El impacto de la pandemia en la industria textil: “El rubro está, prácticamente, parado”

Así lo aseguró a este medio el secretario general de la Delegación Oeste del Sector Textil, Daniel Espíndola, sobre la crisis por la que atraviesa la industria durante el aislamiento social por el coronavirus. “Si, antes, teníamos la producción al 50 por ciento, ahora, se está moviendo, apenas, al diez”, alertó.

El aislamiento social dictado por el Gobierno nacional para evitar más contagios por coronavirus impacta cada vez más en la mayoría de los sectores productivos de la economía. Con poca gente en las calles y contadas excepciones para poder producir, en algunos casos, la producción y la comercialización es nula.

Uno de los rubros más afectados en los días de cuarentena es el textil. Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en abril, las ventas minoristas de los comercios de indumentaria se derrumbaron casi 80 por ciento interanual, uno de los peores números del estudio.

En diálogo con El1 Digital, el secretario general de la Delegación Oeste del Sector Textil, Daniel Espíndola, aseguró que la actualidad de los textiles es muy preocupante porque, a dos meses de dictada la cuarentena obligatoria, no tienen “posibilidad de producción”.

En ese sentido, destacó que los malos números que registra el sector se profundizaron por un efecto de arrastre de los últimos años, durante la gestión de Cambiemos: “La situación de la industria venía mal de antes”. “Si, antes, teníamos la producción al 50 por ciento, ahora, se está moviendo, apenas, al diez”, alertó.

En ese sentido, consideró que “la reapertura de los comercios (del sector) tiene que ser bien sincronizada porque está muy delicado el tema salud”, por lo que no cree que, en el corto plazo, “haya una diferencia muy importante”. “Hay que esperar e ir viendo. La mayoría se maneja por redes sociales, que es la única posibilidad que queda”, añadió.

Vale destacar que, en caso de que los negocios de indumentaria puedan reabrir, se deberá evaluar la manera de vender las vestimentas sin que sean probadas previamente, aunque esas precisiones, aun, no fueron definidas por las autoridades del sector. “El rubro está, prácticamente, parado”, concluyó, a la espera de la reactivación.