El Gobierno intervino la Casa de la Moneda: ¿qué pasará con la impresión de billetes?

La decisión formaría parte de una estrategia de reorganización de empresas públicas, que incluyó la transformación del status jurídico de varias sociedades con participación estatal.

El Gobierno nacional anunció la intervención de la Casa de la Moneda por 180 días para “reorganizar y optimizar su funcionamiento”. La decisión formaría parte de una estrategia de reorganización de empresas públicas, que incluyó la transformación del status jurídico de varias sociedades con participación estatal.

El interventor designado por el Gobierno es Pedro Cavagnaro, que asumirá este viernes 1 de noviembre y que tendrá la potestad de renegociar contratos de servicios, como la impresión de pasaportes, chapas, patentes y estampillas. Además, podrá evaluar y modificar los convenios laborales y rediseñar la estructura administrativa de la empresa.

Vale recordar que, días atrás, la Casa de la Moneda dejó de imprimir billetes de 1.000 y 2.000 pesos, luego de que el Banco Central decidiera terminar con su producción, ya que el Gobierno considera que debe haber billetes con denominaciones más altas. Por eso, al personal afectado se le “dará curso a los períodos vacacionales que tengan disponibles”.

Rechazo a la medida

Una vez conocida la noticia, desde varios sectores manifestaron su rechazo. Uno de ellos fue la Federación Gráfica Bonaerense, que, a través de un comunicado, cuestionó “el irracional ajuste que lleva adelante el Gobierno”, que generó que “los billetes nacionales no se imprimen más en el país”. “A partir de ahora, vendrán importados de China, Malta y Estados Unidos”, criticó.

Además, aseguró que “no es cierto que la Casa de la Moneda no puede ofrecer condiciones de calidad y precio”, ya que “la planta gráfica de Don Torcuato cuenta con la tecnología necesaria y personal sumamente calificado”. “La Casa de la Moneda ganó mercados internacionales, imprimiendo billetes para varios países de Latinoamérica, Asia y África”, destacó.

“Imprimir el papel moneda nacional en un país extranjero pudiendo hacerlo en el país es resignar trabajo, seguridad en un aspecto estratégico y soberanía”, afirmó la entidad, y concluyó: “Rechazamos que el Gobierno nacional decrete la muerte productiva de un establecimiento gráfico que cuenta con tecnología y estructura edilicia de excelencia”.