Cimarrón, otro ejemplo de reconversión en tiempos de pandemia

La cooperativa dedicada a la fabricación de mates, bombillas y accesorios ubicada en Aldo Bonzi debió reinventarse y orientar una parte de su producción a elementos de protección y seguridad para no llegar a estar muchos meses sin trabajar. Además, se vio favorecida por el auge de uno de sus productos: el automate.

Muchas empresas, cooperativas y emprendedores debieron reinventarse para poder trabajar en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus, que ya lleva más de cinco meses. En la mayoría de los casos, el colchón de reserva era escaso para aguantar mucho tiempo sin producir, principalmente, por la malaria económica de los últimos cuatro años.

En el partido matancero, algunas de las primeras industrias en reconvertirse fueron Cierres Lynsa y Signoplast S.A., pero no las únicas. En diálogo con El1 Digital, Santiago Santoli, fundador de la cooperativa Cimarrón, que emplea unos 30 trabajadores en Aldo Bonzi, describió su experiencia.

“Tuvimos que empezar a producir barbijos y otros elementos de protección y seguridad para poder reabrir la fábrica”, expresó y agregó que, por ello, estuvieron cerrados “solamente los dos primeros meses de la cuarentena”. “Logramos la habilitación para ser esenciales y, ahora, estamos laburando, casi, en forma normal”, añadió.

El automate, auge en la pandemia
Pero no solamente la reconversión llevó a Cimarrón a ser considerada esencial. Porque, hace poco más de un año, desde la fábrica se había comenzado la producción de un diseño particular de automate, producto con gran demanda durante el COVID-19, al no tener que ser compartido con otras personas en su utilización.

“Nosotros estábamos armando este automate y, ahora, estamos vendiendo mucho más que antes debido a su enorme implementación, casi, como medida preventiva en la pandemia”, aseguró y aseveró que las ventas del artículo “se incrementaron un cien por ciento”.

Tal es así que Santoli indicó que, en un principio, la gran demanda lo tomó por sorpresa: “Tuvimos que incorporar personal y duplicar la capacidad”. “Nunca tuvimos tanta gente laburando acá”, sostuvo, sobre el caso aislado y particular que representa la cooperativa en el actual escenario: “Es el mejor momento”.

Por último, remarcó que, en el lugar, se trabaja con todas las medidas del protocolo sanitario para evitar contagios y que, por suerte, no registraron ninguno en el lugar, hasta el momento. “Nos cuidamos mucho en ese sentido, con barbijos y el distanciamiento. Al que siente un mínimo malestar, le decimos que no venga”, concluyó.