Carnicerías: “Los precios subieron casi un 40 por ciento y no paran”, alertan
Así lo expresó Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de CABA, a Radio Universidad.
Tras el anuncio de paquete de medidas económicas realizado por el ministro de Economía, Luis Caputo, los aumentos no se hicieron esperar. Así, el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) incrementó los precios de la hacienda un 38 por ciento para las categorías de corte de consumo, que en su mayoría se distribuyen en las carnicerías y supermercados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En este contexto, Radio Universidad se comunicó con Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que no ocultó que está “muy preocupado” por la situación actual. “Un kilo de cuadril ya está pisando los 6.000 pesos, ¿quién lo va a poder comprar?”, planteó.
Además, criticó la apertura de las exportaciones, ya que asegura que van a quedar los cortes “de baja categoría” para el consumo del mercado interno. “Lo que va a quedar acá es el poquito que el mundo no compra, y los exportadores lo van a cobrar bien para seguir ganando plata”, aseguró. “Las ventas van a estar peor: los precios subieron casi un 40 por ciento y no paran, el mercado está volando. El lunes hubo una suba grande de 1.000 pesos. Si la situación sigue así, van a cerrar muchas carnicerías: suben el alquiler, la luz, el transporte y, si el carnicero no tiene ventas, no recupera los costos”, alertó, y subrayó: “La gente no aguanta un mes con estos precios elevados, más si no tiene para comer”.
En relación a los sustitutos cárnicos, Williams señaló que aquellas comidas o cortes alternativos no rinden y que los valores no son más económicos que la carne vacuna. “El pollo no rinde y no hay tanta producción como para abastecer y reemplazar”, explicó, y agregó: “El cerdo sale igual que la carne y no te lo llevan, prefieren la carne”.
Vale recordar que, el martes pasado, Caputo anunció un paquete de diez medidas económicas, en su gran mayoría de ajuste, entre las que se destaca la elevación del tipo de cambio oficial a 800 pesos, lo que redundó en una devaluación calculada en alrededor de 118 por ciento. Además, mencionó la reducción de los subsidios al transporte y a la energía, lo que también se trasladará a los costos en el corto plazo.