Un “lunes negro“ para la economía y la esperanza de que “no sea duradero“
El economista y director ejecutivo de Libertad y Progreso, Aldo Abram, analizó la turbulencia bursátil del lunes pasado. Qué pasa si la incertidumbre se mantiene y qué tiene que ver el cepo cambiario con el Riesgo País.
Por Aldo Abram*
El lunes, los activos argentinos tuvieron una fuerte caída en Wall Street y el Riesgo País llegó a superar los 1.700 puntos. Esto generó una gran preocupación. Pero habría que preocuparse si uno pensara que esto va a ser duradero. Empezamos a ver las primeras reacciones por la debacle, que apuntan más a que no sea duradero.
Lo que pasa es que tenemos un mundo que está hipersensible, con inversores hipersensibles. Si esto se sostuviera en el tiempo, además, los commodities y todo lo que exportamos valdrían menos, lo que sería un shock en nivel de actividad y en el sostenimiento de la solvencia fiscal del país.
Esto ocurrió porque se empezó a hablar de una posible recesión en Estados Unidos. Se sumó el accionar del Banco Central de Japón, que no era esperado y que gestó un fuerte cambio de cartera porque la gente tomaba plata con tasas muy bajas y, con eso, compraba activos en el mundo, fundamentalmente, en Estados Unidos. Esto generó el combo para este caos de incertidumbre.
Pero no es esperable una recesión en Estados Unidos, por lo que no creo que esto sea duradero. Además, esto va a afectar al ciudadano de a pie de manera muy marginal porque ya se está acomodando en el mundo. Incluso, el miércoles, los bonos y las acciones argentinos tuvieron un rebote.
Riesgo País y medidas pendientes
El Riesgo País superó los 1.700 puntos. La semana pasada había llegado a 1.500 puntos y ya era un llamado de alerta. Hay algunos cambios que se espera que haga el Gobierno, pero que no se hacen. Por eso está esta percepción de riesgo tan alta.
Creo que estos cambios tienen que ver, fundamentalmente, con la no salida del cepo cambiario y con que no se haya identificado cuándo sería. Esto genera dudas sobre el nivel de actividad y las capacidades de generación de dólares del país, por un lado, y de compra de dólares del Banco Central, por otro.
*Economista y director ejecutivo de Fundación Libertad y Progreso