Reforma laboral: problemáticas y consecuencias de una “ley regresiva”

El presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboristas, Matías Cremonte, habló con Radio Universidad sobre la polémica reforma laboral ya está vigente. Cómo es el fondo de cese laboral, por qué representa “un retroceso en materia de derechos” y cuáles son los antecedentes en el país.

Por Matías Cremonte*

La Ley de Reforma Laboral ya está promulgada y rige en su totalidad, no hay mucho que reglamentar. Ya se extendió el período de prueba de los trabajadores, se eliminaron las indemnizaciones agravadas para los despidos, se creó la figura del monotributista como si fuera una relación autónoma y hay despidos por causas de participación en acciones sindicales, lo que puede configurar un despido con justa causa. Ya está todo vigente.

La reforma también establece la creación de un fondo de cese laboral que reemplazará a la indemnización por despido. Pero eso va a implementarse solo en los casos en que las cámaras empresarias y los sindicatos pacten que así se aplique. Esto es lo que faltaría reglamentarse, porque este punto no se puede establecer para todas las actividades.

El fundamento de la reforma laboral no es que va a mejorar las condiciones de trabajo ni la vida de los trabajadores. Es una pérdida de derechos, una reforma regresiva y un retroceso en materia de derechos. Lo que se dice en los fundamentos es que, en el futuro, va a redondear en un mejoramiento de los indicadores económicos y sociales, y un crecimiento del empleo registrado.

Pero está demostrado que eso no ocurrió nunca en Argentina ni en ningún lugar del mundo. En el caso de nuestro país, la reforma laboral del menemismo, regresiva como esta, nos llevó a un desempleo récord de más de 20 por ciento a fines de los ´90.

El trabajo no registrado

La denominada industria del juicio es una gran falacia. Hay una altísima ilegalidad en el mercado de trabajo, es decir, personas que no están registradas y que, por ende, no tienen aportes previsionales. Este número está casi en el 40 por ciento, lo que son unos cinco o seis millones de personas que trabajan en estas condiciones.

En principio, esto se aplica a futuro y no es retroactivo. Es decir, si alguien fue despedido antes de la aprobación de la Ley Bases, no estará encuadrado en esta norma. El temor al desempleo funciona como disciplinador social.

Hay amparos presentados contra la reforma por determinados sindicatos, pero lo que hace a los derechos individuales se cuestionará de forma individual, es decir, ante cada despido o cada persona que reclame por la vulneración de su derecho. Y esto siempre será a cuentagotas y a largo plazo. Por eso, el daño que hace una reforma laboral siempre es muy grave porque dura muchos años hasta que se expide la Corte Suprema de Justicia o se genera un consenso de que se trata de una reforma inconstitucional.

*Presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboristas