FMI, endeudamiento y el problema de la Argentina cíclica
En Radio Universidad, el economista Pablo Kornblum, Dr. en Relaciones Internacionales, analizó la actualidad argentina y el nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional por 20.000 millones de dólares. Qué dice la historia contemporánea del país y qué puede pasar con los dólares.
Por Pablo Kornblum*
El Fondo Monetario Internacional (FMI) vive de la plata que presta y su negocio es ese: dar préstamos y financiarse permanentemente, en teoría, ayudando a los países. Como organismo internacional, solo ve números, no ve la parte social ni las variables productivas de la economía. El FMI da órdenes para asegurarse de que los países le devuelvan el dinero prestado con los intereses correspondientes.
Y lo que viene pasando en los últimos 50 años de Argentina es que el dinero contraído se utiliza para repagar la deuda o dividendos y fuga de capitales. Entonces, el dinero va a ser inútil, aunque la deuda queda. Ahora, si ese dinero es para estabilizar la economía y generar dólares genuinos para pagar la deuda, sería otra cosa. Si esta plata sirviera para que el país se moviera, sería distinto.
Si uno tiene la experiencia de lo que viene pasando en Argentina con un tipo de cambio atrasado y el gran ejemplo de la Convertibilidad, o sea, mantener la estructura cambiaria sin dar un fortalecimiento a las PyMEs generando más una apertura indiscriminada de las importaciones, sabe lo que va a pasar. Un tipo de cambio atrasado y que el Gobierno pretenda que el dólar no se mueva, en un mercado interno que está desangrado por la baja terrible del empleo y la obra pública, es un combo nada positivo para generar empleo y perspectiva de divisas.
Lo único que está salvando al Gobierno en esta lógica cambiaria es que pueden entrar dólares del campo o de la explotación de la minería, el litio y Vaca Muerta. Pero esto se espera en un combo negativo y, si no hay un tipo de control en la fuga de capitales, tendremos un tipo de cambio estable pero con una sangría constante del Banco Central.
No puede ser que cada tantos años tenemos un proceso hiperrecesivo o hiperinflacionario. Uno no puede fijarse en el déficit fiscal y en bajar la inflación como sea, sin importar costos productivos o sociales. Hay un montón de cuestiones que tienen que ver con los valores y los objetivos de una sociedad.
*Economista y Dr. en Relaciones Internacionales