Emprendedurismo y trabajo en relación de dependencia: ventajas, desventajas y qué hay que saber
El especialista en emprendedurismo Marcelo Carbone se refirió a las diferencias entre ser emprendedor y empleado. Por qué emprender es un riesgo y cómo influyen el rubro y el entorno de cada proyecto.
Por Marcelo Carbone*
No hay un estándar sobre que emprender sea bueno o malo frente a trabajar en relación de dependencia. Porque, muchas veces, uno es feliz haciendo algo en relación de dependencia y disfruta de ese trabajo y es imprescindible en eso. La principal diferencia entre el trabajo como emprendedor frente a la relación de dependencia es que el riesgo del emprendedor es muy superior.
Se suele decir que está bueno emprender y destacar que se es su propio jefe, pero, muchas veces, es una especie de autocatarsis para no “pegarse un tiro” porque el emprendimiento no es para cualquiera. Uno tiene que entender muy bien si es emprendedor yendo a empresario o si se emprende para autoemplearse. Hay que separar esto: si se está autoempleado o se tiene la intención de crecer. Las dos opciones están bien, pero hay que tenerlas claras.
Si se es emprendedor autoempleado, el emprendimiento únicamente logra sustentarlo a uno. En estos casos, se puede crecer moderadamente y tener solo un sueldo que se autopaga. En este sentido, es un riesgo. También es importante tener en cuenta que conviene hacer lo que a uno lo hace feliz.
Sin miedo al fracaso
El crecimiento de un emprendimiento dependerá del rubro y el público en que se trabaje. Por ejemplo, si pongo un almacén de barrio, puedo vender muy bien, pero es difícil que pueda abrir un segundo almacén y llegar a formar una cadena. En función de la percepción de uno y del norte que se tenga, es lo que se podrá avanzar. También es importante saber lo que nos permite el entorno.
A su vez, hay que destacar que un trabajador en relación de dependencia suele cobrar entre el 1 y el 5 de cada mes, pero el emprendedor no sabe cuándo cobra por su trabajo ni cuándo va a pagar el monotributo... Muchas veces, el emprendedor se ve en situaciones en que dirime si seguir o volver a como estaba. Incluso, algunas veces se dan pasos para adelante y para atrás: es parte de la vida del emprendedor.
Pero hablamos de una elección de vida, y las elecciones de vida no se pueden evaluar si están bien o mal, porque está relacionado con decisiones y experiencias muy personales. Lo importante es saber que no hay que tener miedo al fracaso. Hay que tener confianza en lo que se hace.
*Especialista en emprendedurismo
