Estación Quequén: el club que hizo historia en el ascenso del fútbol argentino
Gustavo García, autor del libro que narra la hazaña y profesor de la UNLaM, habló en Radio Universidad sobre la humilde institución de la Liga Necochense.
Creditos: Noticias de Necochea
El fútbol tiene siempre algo más para darnos. Para los que crean que es un deporte más, o que son 22 tipos corriendo atrás de una pelota, se equivocan. Miles y millones de historias por contar hubo y habrá. Una de ellas las protagonizó un humilde club del sur bonaerense: Estación Quequén. El club sureño rompió con todos los pronósticos y tuvo la posibilidad de jugar la segunda categoría en la temporada 1988/89, siendo un club amateur con menos de dos décadas de vida.
Así nació “Estación Quequén: crónica de una hazaña”, en el lápiz de Gustavo García: “Este libro refleja una aventura que ocurrió hace 37 años. Habla un poco de esa épica que a veces tiene el fútbol. Se trata de un grupo de hombres jóvenes de 20 y pico de años, que siendo amateurs terminaron ingresando en un torneo clasificatorio para el Nacional B e inesperadamente salieron campeones”, contó en Eco de Radio, por Radio Universidad.
En aquel entonces como un hincha eufórico adolescente de 16 años, pero hoy como periodista y profesor en la Universidad Nacional de La Matanza, García resumió la historia del Verde, actualmente jugando su liga regional: “Históricamente ningún club de la Liga de Necochea había podido pasar la primera fase del Regional. El objetivo era pasar esa ronda. El presidente, que tenía 25 años en ese entonces, fue el que convenció al resto de la comisión directiva porque no querían jugarlo. Les decía que en tres meses iban a estar en la playa. Y a los tres meses estaban jugando la segunda ronda”.
Ascenso y golpe de realidad
La épica se fue marcando poco a poco. Luego de ganar su torneo de la región, los objetivos eran sumamente terrenales, sobre todo al ver los rivales de gran jerarquía a los que debían enfrentar. Sin embargo, nunca fue un impedimento que los obligue a dejar de soñar: “Avanzaron hasta llegar a cruzarse con Almagro en la semifinal y a Olimpo en la final. Empataron 1-1 en Bahía Blanca, ganaron de local 1-0 y ascendieron”.
El Expreso, como es conocido en la zona, no corrió la misma suerte en las ligas mayores: “Estuvieron un año en el Nacional B, tuvieron que poner muchos parches, fue una experiencia más traumática. El club tenía 19 años de vida en ese entonces, pero ya tenía su peso futbolístico. Le costó una rueda entera acostumbrarse al ritmo del profesionalismo. Salieron a competir con lo que tenían, e igualmente casi llegan a mantener la categoría”, recordó sobre la travesía del equipo barrial.
En aquel año, Almirante Brown, tenía un gran equipo y fue uno de los grandes animadores del campeonato. Sin embargo, David no se achicó frente a ningún Goliat. En la fecha 5 debió viajar hasta Casanova de visita y cayó por 2-0. Para la segunda rueda, con el equipo más armado, recibió al Mirasol por la fecha 26 en Necochea y lo venció 2-1. El aurinegro terminaría esa temporada cerca del ascenso a Primera, perdiendo en la semifinal ante Unión de Santa Fe.
En la memoria de Quequén
“El goleador quedó en la historia del club y de Necochea porque, además de los varios goles que ya tenía, hizo el que le dio el ascenso. Luis Eduardo Sánchez, le decían ‘Paquillo’, medía cerca de 1.94 y era surgido del club. Típico delantero centro alto, con destreza en los pies. Para la altura que tenía prácticamente no hacía goles de cabeza”, describió sobre una de las grandes figuras que tuvo el equipo.
Además del goleador, el DT fue otro que quedó en la retina de los lugareños: “El técnico era un hombre muy querido. Fue el único entrenador que había tenido el club en sus 19 años. 'Quito' Ortiz era un tipo lírico, y así era su equipo también. Después lamentablemente no estuvo a la altura porque no conocía a los rivales, no estaba fogueado en ese nivel”, cerró.