El cardiólogo matancero que cuida los corazones de los jugadores de la Selección
Matías Muglia, vecino de Ramos Mejía, integra el Departamento médico de las selecciones de AFA y vivió de cerca todas las últimas consagraciones del seleccionado nacional. “Hay veces que me toca estar en el campo de juego, pendiente del trabajo que tengo que hacer, pero en los partidos sufro como cualquier hincha”, cuenta.
Mucho se habla de la importancia de conformar un buen grupo para conseguir objetivos. Puede haber alguna excepción, pero normalmente no hay buenos resultados si no se trabaja de manera colectiva y con armonía. La Selección argentina de fútbol es un ejemplo de esto. Está claro que los grandes responsables de este ciclo maravilloso que está protagonizando la “Scaloneta” son Lionel Messi, Dibu Martínez, Angel Di María y el resto de los integrantes del plantel y del cuerpo técnico. Pero detrás de ellos hay un montón de héroes anónimos que son esenciales para que el conjunto albiceleste disfrute de este presente.
Uno de ellos se llama Matías Muglia, tiene 43 años y es vecino de Ramos Mejía. Es nada menos que el cardiólogo de la Selección, el encargado de controlar que los corazones de los jugadores se encuentren a la perfección, para que los corazones de los hinchas sigan latiendo al ritmo de la felicidad que genera cada título del equipo nacional.
“Con el equipo médico tratamos de no romper la barrera entre el profesional y el jugador, pero después de convivir muchos días y de tener una intimidad, se genera un buen vínculo, a partir de la confianza que se genera. Tratamos de demostrarles que estamos para lo que ellos necesiten”, cuenta Matías, en su visita al programa “Buscale la vuelta”, de Radio Universidad, luego de regresar de Estados Unidos con una nueva medalla de campeón.
Y agrega: “Soy cardiólogo, esa es mi función principal, pero me toca atender todo tipo de cuestiones clínicas. Ocupo el lugar de médico. Fiebre, dolor de garganta, de todo eso me encargo. Y no solo de los jugadores, también de sus familiares y de la delegación”.
El médico y el hincha
Por supuesto que las múltiples tareas que tiene que realizar Muglia, en un área tan importante como lo es la de estar atento a la salud de tantas personas, conllevan una gran responsabilidad. Pero eso no quita que su cercanía con los astros argentinos no le genere, por momentos, algunos momentos que le cuesta asimilar.
“Messi a mí me dice Mati. Lo descubrí hace poco, je. No podía creer que sabía mi nombre. A veces pensaba que ni sabía de mi existencia, pero no es así”, relata, con emoción e incredulidad. Y añade: “Lo de Leo es todo superlativo. En lo futbolístico, pero también desde lo humano. Es maravilloso. Ojala todos los argentinos pudiesen conocer a la persona que hay detrás del jugador. Por estar cerca me ha tocado presenciar gestos suyos grandiosos, y anónimos, con un montón de gente”.
Esa cercanía también le ha permitido ser testigo preferencial las últimas coronaciones de Argentina: el Mundial, la Finalissima y las dos Copas América. Pero, claro, lo tiene que hacer midiendo sus emociones. Haciendo equilibrio entre su profesión y su lógica condición de simpatizante de la Selección. “Y… Es complicado. Yo estoy trabajando siempre, antes durante y después del partido, pero también tengo mi costado como hincha. Hay veces que me toca estar en el campo de juego, pendiente del trabajo que tengo que hacer, pero en los partidos sufro como cualquier hincha”, admite.