El recuerdo del hermano de “Garrafa” Sánchez: “Afuera de la cancha era tan rebelde como adentro”

A 19 años de su muerte, Adolfo mantiene en la memoria lo que el máximo ídolo de Lafe fue y sigue siendo para el hincha. Escuchá la charla con Radio Universidad.

Deportivo Laferrere

En el 19° aniversario de la muerte de José Luis Sánchez, Adolfo, su hermano mayor, recordó en Equipo Completo, por Radio Universidad, la huella que marcó el ídolo del Verde: “Fue un fenómeno, lo íbamos a ver siempre en cualquier club donde jugaba, por algo es ídolo en todos lados”.

Porque no solo en Laferrere trascendió su legado, sino que también en El Porvenir y en Banfield, donde consiguió ser de los más queridos en las tribunas de esos clubes. “Era un ser especial, muy amable con la gente, con los que se acercaban a hablarle, a pedirle una camiseta, una foto, lo invitaban a un cumpleaños y el asistía, se hacía querer mucho”, manifestó.

Además, recordó que Garrafa tenía otro amor, más allá del que tenía con la redonda: “Le gustaban las motos desde chiquito, tenía 12 años y empezó con el ciclomotor. Siempre en dos ruedas”. Y agregó: “Era difícil decirle que no, nadie lo podía detener, ni mis viejos. Afuera de la cancha era tan rebelde como adentro”.

Sus pinceladas, pegada y gambetas, incluso llamaron la atención de los más grandes, como Boca, aunque una particularidad lo dejó afuera del Xeneize. “Estuvo un mes practicando en Ezeiza con Bilardo. Él tenía una Honda 600 e iba más temprano para que no lo vean. Un día llegó sobre la hora y lo cruzó a Nery Pumpido que iba en su camioneta con Carlos, que preguntó de quién era la moto. Cuando le dijeron que era de Garrafa, dijo que no iba a seguir con ellos”, contó el hermano del ídolo del Verde.

Solo se muere quien se olvida

El ídolo es ídolo no solo por lo que hace dentro de la cancha, sino que lo de afuera también importa. En ese sentido, Adolfo manifestó: “Cuando volvió a Lafe no estaba bien físicamente y le ponían mensajes que le hacían mal. Él siempre dijo que no volvió por la plata. Esos meses que jugó le donó su sueldo a los jugadores que les debían. Era así, todo corazón”, recordó sobre uno de los momentos más difíciles en su carrera.

Además, se animó a elegir su etapa favorita de su hermano: “Todos tienen un momento favorito distinto de Garrafa, para algunos Lafe, otros El Porve. Para mí, su mejor época fue en Banfield porque ya jugaba con equipos de Primera y seguía demostrando”.

Sobre el final, cerró emocionado sobre las memorias de Garrafa: “Me cuesta mucho ir a la cancha a ver a Lafe. Me imagino que en algún momento va a salir él a jugar y no verlo entrar es muy duro, me pongo mal. Es una herida que nunca va a cerrar”.