Maxi Levy, a seis años de la asunción: “Siempre vamos a ser un antes y un después”

En diálogo con Radio Universidad, el presidente aurinegro repasó sus dos períodos de gestión y ponderó haber unificado la hinchada: “No subestimamos el problema y nos hicimos responsables”.

El 13 de enero de 2019, tras una contienda electoral súper reñida, Maximiliano Levy se convirtió en presidente de Almirante Brown: la lista que encabezaba superó por 33 votos a la de Walter Campodónico. Había desembarcado en el club seis meses antes, como encargado del Departamento de Fútbol Profesional, que funcionaba por afuera de una Comisión Directiva resquebrajada y que terminó acelerando los plazos para convocar a elecciones.

La llegada de Levy garantizaba la presencia de Blas Giunta como DT, el único que podía absorber la presión de jugar por no descender a la Primera C. “La prueba de fuego -dice Levy a Radio Universidad- fue haber agarrado el fútbol. Yo no sabía si estaba capacitado para hacerlo, lo agarré por sentimiento. Nunca había hecho política partidaria en el club. La época era muy mala y confiábamos en que, con Blas, lo íbamos a dar vuelta”.

Salto al vacío

El titular del Mirasol también recordó el salto al vacío que significó haber asumido en una situación tan delicada: “En ese momento, era más fácil dejar que la cosa fuera mal y no ganar por 33 votos. Sino por mil o porque no iba a haber nadie. En Almirante estaba de moda que se fueran antes los presidentes y se quedaban los vices, como si a ellos no les hubiera ido mal. Y te doy un ejemplo: hace poco me crucé con Felipe De La Riva (DT de Almirante en 2014) y me dijo que lo más loco que le pasó en su carrera fue en Almirante Brown, cuando una persona le dijo ‘es preferible que perdamos, así nos quedamos con el club’”.

A la hora de encontrar un hito sobresaliente en la gestión, el empresario matancero no dudó en subrayar la pacificación de la tribuna, un verdadero karma que llevaba más de 20 años de expansión. “Pensar jugar en Primera cuando tu familia se está matando fue el error más grande del 95 por ciento de los dirigentes que pasaron. Nosotros no subestimamos el problema y nos hicimos responsables Para mí, ser dirigente es una vocación. Yo la conocí más de grande. Entendí que el club no te tiene que dar nada, es uno el que le tiene que dar”, razonó.

Levy, Prosecretario Ejecutivo de la AFA, tampoco le esquivó a su perfil frontal y enérgico, que muchas veces lo llevó a chocar con diferentes personajes del mundo del fútbol. “No soy un producto de Twitter ni voy coucheando lo que siento. Las nuevas generaciones no tienen que limitarse hasta dónde pueden llegar. Siempre vamos a ser un antes y un después. Cambiamos la forma de hacer política en el club. Nos metimos en la tribuna, con líos, con todo, y ahí es cuando te hacés dirigente”, definió.