El Mirasol falló en las dos áreas y dejó escapar un triunfo que tenía en el bolsillo

Almirante tenía el partido servido en bandeja, pero cometió errores groseros a la hora de definir y de defender y terminó empatando 2 a 2 ante Tristán Suárez. Así, dejó escapar una buena chance de alejarse del fondo de la tabla.

El fútbol está lleno de situaciones inesperadas. Eso es lo que lo transforma en el deporte más maravilloso del mundo. Aunque los hinchas de Almirante Brown estén este domingo lamentándose por algo que jamás se hubieran imaginado: que se escape un partido que estaba prácticamente ganado por errores de Ramiro Martínez y Santiago Vera, sus dos mejores jugadores. Los que, habitualmente, son los responsables de las alegrías del Mirasol.

Eso fue lo que sucedió en Ezeiza, donde el conjunto aurinegro tuvo que conformarse con un 2-2 ante Tristán Suárez, en un encuentro en el que tuvo todas las facilidades para ponerse 3-1 y llevarse los tres puntos a Isidro Casanova.

El primer cimbronazo que recibió Almirante fue a los 40 minutos del primer tiempo, cuando tras un pelotazo se generó una indecisión fatal en la última línea aurinegra. Los defensores no rechazaron, el Mono Martínez salió del área y en su intento de despejar le dejó la pelota servida a Agustín Lavezzi, quien definió de manera imperfecta, pero con tanta fortuna que la pelota dio en el brazo de Quiroz, lo que derivó en un penal tan claro como insólito. El delantero, uno de los goleadores del torneo, se hizo cargo de la ejecución y ahí no falló: con un fuerte derechazo estableció el 1-0.

Reacción rápida

El destino, no obstante ese infortunio sufrido, le hizo un guiño a Almirante porque, en la última jugada de la etapa inicial, Ramón González ingresó al área por la derecha y sacó un furioso derechazo para marcar su primer gol en el club y empatar el partido.

Los astros parecieron alinearse aun más en el arranque del complemento. A los cuatro minutos, Vera armó una gran jugada en la puerta del área en la que se sacó dos hombres de encima y, luego, definió con la parte externa de su pie derecho, lejos del arquero Joaquín Mendive, y puso el 2-1.

El juego del error

Tristán Suárez sintió el impacto. Y el equipo de Daniel Bazán Vera parecía tener todo controlado. Si bien la diferencia era de un solo gol, nada hacía presagiar que el Mirasol iba a dejar escapar el partido.

Pero empezaron a sucederse una serie de acciones desgraciadas que modificaron el final feliz que todo Isidro Casanova ya palpitaba. En un lapso de diez minutos, Vera desperdició dos mano a mano increíbles, de esos que Pomelo no suele fallar. Y para coronar, cuando solo faltaban cinco minutos para el final, Federico Versaci aprovechó otra indecisión de la defensa y el estatismo del Mono Martínez para conectar un centro que no llevaba ningún peligro para marcar el 2-2 definitivo.

Así, el conjunto aurinegro dejó escapar una gran chance de tomar aire en su pelea por salir del fondo de la tabla, y no pudo aprovechar del todo las derrotas de Brown de Adrogué, Rafaela, Chaco For Ever y Defensores Unidos y el empate de Almagro, los equipos con los que Almirante va a jugar un “torneo paralelo” hasta el final de la competencia.

En la próxima fecha, el Mirasol volverá a jugar en el Fragata Sarmiento luego de tres fechas, cuando reciba a Colón de Santa Fe, el máximo candidato a conseguir el ascenso, el domingo, a las 17.