“Culto Gitano”, el gran homenaje al hombre de la rosa en el teatro Universidad
De la mano de Fernando Samartín, la sala de esta Casa de Altos recordó las mejores canciones de Sandro.
El pasado sábado por la noche, el Teatro Universidad fue protagonista de un especial homenaje a uno de los cantantes más importantes del género romántico: Sandro. Así, el artista Fernando Samartín se subió al escenario para interpretar las mejores canciones del hombre de la rosa con su extraordinario show Culto Gitano.
Canciones como “Rosa... Rosa”, “Mi amigo el Puma”, “Tengo” y “Dame fuego” causaron furor en el público y revivieron el espíritu de Roberto Sánchez, mejor conocido como Sandro.
El Gitano se ganó el amor del público por su inconfundible voz y su carisma. De esta manera, Samartín realizó un trabajo magistral al hacer un concierto en honor a él y los espectadores lograron viajar al pasado para recordar al “Gitano”.
Este homenaje recorrió los temas musicales más recordados e icónicos del “Ídolo de América”, acompañado por quienes fueron sus músicos. Además, el artista fue ganador de los Premios ACE y Hugo a revelación por la comedia musical Por amor a Sandro.
Culto Gitano es un espectáculo extraordinario que se realiza hace 21 años, un homenaje a una figura única que marcó y sigue marcando generaciones en toda Latinoamérica.
Culto Gitano, el recuerdo de Sandro
En diálogo con El1, Samartín aseguró: "Sandro fue la puerta por donde pude ingresar al mundo artístico musical y teatral. Si bien el mundo gráfico ya lo conocía, porque dibujo desde que tengo uso de razón, no conocía el musical, entonces no tengo más que palabras de agradecimiento para él".
Y agregó: "Para mí, es un extraordinario artista. Además, si lo tuviese al lado, le agradecería porque me hizo descubrir una profesión de la cual pensaba que jamás iba a formar parte: nunca me imaginé que sería cantante. Además, me ha hecho conocer infinidad de personas, de lugares, de sentimientos y sensaciones. Era un guardián de la calidad, porque todo lo que hacía era lo mejor".
