Mafalda cumple 60 años, pero no deja de ser una niña

La tira humorística de Quino salió por primera vez el 29 de septiembre de 1964 en la revista Primera Plana, y luego pasó por El Mundo y Siete Días. Su mirada particular atravesó varias generaciones. Testimonios de familiares y colegas.

Por Daniel Artola

Mafalda fue pensada para un aviso publicitario, pero ese proyecto se cayó y empezó a publicarse el 29 de septiembre de 1964 en la revista Primera Plana, de gran predicamento en sectores de la clase media ilustrada. Luego, la creación de Quino pasó por el diario El Mundo y de nuevo a una revista, Siete Días. También llegó al libro, que se convirtió en el regalo obligado para miles y miles de niños de varias generaciones.

Mafalda tuvo la particularidad de contar la historia de una nena con pensamientos adultos que interpelaba al mundo que la rodeaba, y llegó a los adultos y a los más chicos al mismo tiempo. “A Quino le sorprendía que los chicos le pidiesen autógrafos”, contó la sobrina y albaceas de su legado, Julieta Colombo Marrón, durante una conferencia organizada por la Autoridad Portuaria de Valencia, España, en el marco de una exposición sobre Mafalda en 2022.

Colombo Marrón, fallecida en 2023, acompañó a Quino y a su esposa, Alicia Colombo, durante 30 años. Primero como asistente de su tía, quien representaba a Quino, y luego ya en el rol de agente literaria. En esa charla compartida por Zoom con dibujantes españoles, la sobrina del creador señaló que Mafalda fue el personaje que su tío empleó para mostrar sus pensamientos “ya que no le gustaba hablar”. Y consideró que Quino fue un feminista “adelantado a su tiempo”.

Además, confirmó la timidez del creador, que prefería escuchar la conversación que protagonizaban otros. “En familia no era tímido, pero era de pocas palabras. La que hablaba hasta los codos era Alicia. Quino tenía mucha memoria y seguía las conversaciones de costado. Cuando trabajaba, no se lo podía molestar. Era entrañablemente querible”, describió.

De Umberto Eco a Campanella

Julieta subrayó que Alicia tuvo un rol fundamental en la organización del trabajo de Quino. Fue ella la responsable de alentarlo a aceptar la propuesta de un editor italiano para publicar Mafalda en la península. Así salió el libro Mafalda contestataria, con prólogo de Umberto Eco.

En Argentina, la primera edición del libro de Mafalda fue publicada por Jorge Álvarez Editor y agotó en dos días los 5.000 ejemplares. Fue el comienzo de una extensa cantidad de títulos sobre la niña rebelde y de viñetas de la mano de Ediciones de la Flor.

La tira dejó de salir en 1973 porque, según el autor, "ya no tenía más que decir". Sin embargo, siguieron las reediciones y, en la actualidad, varios diarios argentinos reproducen la historieta. Más pronto que tarde, Mafalda será una serie bajo la dirección de Juan José Campanella, según contó el propio realizador por Radio Universidad.

Sin mamá y papá

Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido como Quino, nació en Mendoza el 17 de julio de 1932 y falleció en la misma provincia el 30 de septiembre de 2020. El apodo de Quino se lo debe a su tío, que también se llamaba Joaquín. Para que no hubiese confusiones, el hombre lo bautizó de esa manera.

Además, su tío, junto a su esposa e hijo, criaron al adolescente Quino y a su hermano cuando quedaron huérfanos de padre y madre. Ese tío artista plástico y publicista le abrió las puertas al mundo del dibujo, que abrazaría para siempre. “Ahí tuvo la sensación de todo lo que podía salir de un lápiz, supo que quería dibujar”, detalló Julieta.

Opinión de colegas españoles

De la conferencia realizada por la Autoridad Portuaria de Valencia, que se puede ver en YouTube, participaron varios dibujantes locales y especialistas. Julio Rey, humorista gráfico, recordó que estuvo presente cuando a Quino le entregaron el Premio Príncipe de Asturias: “He tenido la suerte de tratar con él. Su discurso gráfico es tan profundo que pocas palabras se le podían sacar de su boca. Rápidamente te dabas cuenta de que amaba su profesión y que le encantaba estar con sus colegas”. Además, Rey agregó que “en una cena Quino se soltó y estaba tan a gusto que lo vi feliz y enormemente humano. Quino te observaba, no se le escapaba una”.

Por otro lado, la humorista Adriana Mosquera, conocida como “Nani”, admitió que empezó a leer a Mafalda de chica y que al principio creía que Quino era una mujer, por el mensaje que transmitía el personaje. Mosquera tuvo la suerte de tratar con Quino, pese a que esa posibilidad la veía muy lejana. “Jamás soñé en conocerlo y estuve dos veces con él. La primera vez lloraba, me acerqué y me regañó: ‘No seas tonta, somos dibujantes’, recordó, y agregó: “Tenía una cercanía tan enorme como la que se reflejaba en sus dibujos”.

Todos coincidieron en que su estatura traspasaba su condición de dibujante. “Era un humanista”, definieron. Un genio que hizo reír y pensar a millones de personas. Aunque nunca logró que a Mafalda le gustara la sopa.