Los escalones profesionales de Claudio “Peluca” Brusca: docencia, radio y televisión
Actualmente, el ramense se desempeña como profesor de la UNLaM y como productor ejecutivo de los populares programas “Bienvenidos a bordo” y “Los 8 escalones…”. “Estoy agradecidísimo con la Universidad porque fue un aprendizaje impresionante para mí”, valoró.
Cada jornada, en El Trece, un grupo de personas compite demostrando su sabiduría con pasos ascendentes por Los 8 escalones... Detrás de cámaras, en la producción ejecutiva del exitoso programa televisivo, se encuentra el ramense Claudio “Peluca” Brusca, que en el transcurso de su sólido camino profesional por los medios de comunicación fue creciendo y subiendo diferentes escalones, cada uno con sus desafíos y enseñanzas. Hoy, además de integrar el ciclo conducido por Guido Kaczka, coordina Bienvenidos a bordo -protagonizado por Laura Fernández- y da clases dentro de la Licenciatura en Comunicación Social -dictada en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM)-.
Trasladando la dinámica del ciclo de entretenimientos a su propia vida, reflexionó: “Hay muchos momentos en los que creo que estoy en el escalón final. Los programas que me toca hacer, y que me van a tocar, son muy importantes, entonces tengo la obligación de sostenerlos y que nos vaya bien, también porque tengo la experiencia para hacerlo, esperan eso de mí. Por otro lado, para dar un paso más, y seguir creciendo en la profesión, hacen falta algunas cuestiones que todavía no tengo, como pueden ser la idea, el dinero o la valentía para decir 'quiero hacer este proyecto, mi productora, o mis programas'. Tengo ganas de que mi carrera siga madurando y, a su vez, de que se desarrollen algunas partes de mi vida personal que todavía no sucedieron”.
Las primeras señales y experiencias
Si bien a Claudio le gusta la televisión desde niño, lo que más le atraía en la infancia era la radio, que se escuchaba con frecuencia en su casa, sobre todo la AM. A modo de flashback, recordó los viajes familiares de madrugada rumbo a la Costa Atlántica junto a la histórica cortina musical y el servicio de noticias de Radio Mitre, los fines de semana de estudio acompañados por programas radiales, los eventos artísticos de la escuela secundaria en los que se encargaba de la escritura, la producción y la conducción, y su ilusión de trabajar en algún noticiero como cronista o presentador.
Al finalizar el colegio, arrancó la Licenciatura en Comunicación Social en la UNLaM y, luego, comenzó a trabajar en Radio Universidad. “La sentía mi casa, era muy feliz y quería estar todo el día ahí. Empecé en el programa Turno noche, conducido por Federico Smith, donde hacía móviles con consignas adentro de la UNLaM, por lo que tenía varias salidas en los recreos. Después, me metí en el mundo deportivo con los campos de juego del Club Deportivo Laferrere y, más tarde, hice móviles de exteriores -más informativos- durante la tarde. Finalmente, produje un programa en el venían artistas y los entrevistaba Néstor Sclauzero”, describió.
Un día se hizo presente en el estudio radial de esta Casa de Altos Estudios el actor y conductor Gastón Pauls ya que iba a ser el protagonista de una nota. Una personalidad a la que Brusca siempre había admirado, por su papel en la serie Montaña rusa y por su incursión en el periodismo con el ciclo Ser urbano. De hecho, al culminar la visita, el ramense le entregó una carta que, en su interior, llevaba un anhelo personal y profesional.
“Me miró fijo, me dijo que la iba a leer y que en unos días me iba a llamar. Y fue así. Recuerdo que había salido de Radio Universidad con mi bicicleta verde y estaba por cruzar la barrera que está a la altura del Club Huracán de San Justo. Iba a pasar el tren y me sonó el teléfono... ¡era Gastón! Me convocó a una entrevista para el día siguiente, en Belgrano, porque había un puesto de trabajo muy para mí. Me comunicó que pronto iba a tener novedades suyas y que fuera tranquilo. Me presenté y esa misma tarde empecé a trabajar en Rosstoc, su productora”, rememoró.
Distinta función, la misma pasión
Alrededor de 15 años más tarde, Claudio regresó a la UNLaM, pero en otro rol: como profesor de los Talleres de Televisión V y VI -correspondientes a la Licenciatura en Comunicación Social-, donde transmite a los estudiantes los conocimientos y las herramientas adquiridas en su vasta trayectoria dentro de la pantalla chica. “Estoy agradecidísimo con la Universidad porque fue un aprendizaje impresionante para mí. Por otro lado, siempre sospeché que la docencia era algo que me iba a gustar muchísimo, ¡y me encanta!”, resaltó.
Su llegada a las materias fue en el marco de la pandemia, cuando las clases se dictaban de manera virtual y podía vivir una experiencia que, antes, por falta de tiempo, no había podido probar. Tan enriquecedora le resultó la actividad que, al regresar las clases presenciales en el estudio de TV, continuó dentro del staff docente.
“Descubrí que el trabajo que hago es soñado por muchísimos chicos que están estudiando, con gran curiosidad, y que están haciendo sus primeras armas en los medios de comunicación. Muchas veces creen que desde el partido de La Matanza hasta Palermo Hollywood hay una distancia enorme, no solo geográfica, sino también intelectual o creativa, y estoy completamente convencido de que no es así, que la única distancia que hay es geográfica, nada más”, subrayó.
Y, a continuación, agregó: “Todo el tiempo les hablo del sentido común, algo que suena tan fácil y, al final, parece que no existe ninguna materia que se llame así. Les trato de explicar qué es aplicado al formato o al contenido que uno necesita para un programa, respecto a qué es un programa popular, o qué es un contenido familiar. Ahí hace falta discernir entre lo que va, y lo que no, para ese formato, que no significa que a uno le guste más, o menos”.
En sintonía con esta cuestión, ser refirió a su historia personal, en la que, con el paso del tiempo, derribó preconceptos que tenía antes de ingresar al mundo audiovisual. “Tenía una visión errada. Pensaba que, quizás, quien estaba por Palermo era más creativo y televisivo, que todo el tiempo estaba más cerca de ese mundo, y no es así. Uno se va aggiornando cuando se mete de lleno en la tv, todo se va acercando. Y, en realidad, toda la vivencia que uno tiene, que aprendió por su lugar de nacimiento, la puede usar muchísimo a su favor. Algunos la van a llamar calle, otros, tacto y, otros, intuición. Por ejemplo, cuando esperamos el colectivo en Arieta y sabemos que va a llegar porque todos los días pasa al mismo horario. Eso se aplica en el sentido común cuando uno es productor de televisión, cuando elige no quedarse quieto y resolver”.
El origen del apodo
Cuando tenía 20 años, el productor ramense transitó con tristeza una separación, y por un largo tiempo no se afeitó ni cortó el cabello. El cambio de look no solo le gustó, sino que, a su vez, sucedió simultáneamente a sus inicios televisivos, por lo que, muchos, de cierta manera, lo reconocían rápidamente por su singular physique du rol. “¡Hoy sigo siendo 'Peluca'! Algunos no entienden y cuando googlean no pueden creer que soy el mismo tipo que estaba en A todo o nada, el programa que conducía Guido. Recién me corté el pelo a los 30 años; se fue generando una maduración hasta hacer las cosas que hago hoy”, expresó.
Asimismo, relató una divertida anécdota que reforzó su apodo. “De Rosstoc había pasado a Ideas del Sur, para hacer el reality High School Musical: la selección. Un día me mandé una macana muy grande en el trabajo y el productor de TV Alejandro Chernov salió a los gritos por toda la productora preguntando '¿dónde está el de la peluca?' Fue muy gracioso porque él tiene una voz muy ronca, y a partir de ese momento me llamó 'Peluca'”.
La “construcción” de la diversión
Con el correr de los años, “Peluca” trabajó en diversos proyectos audiovisuales, entre ellos, las dos temporadas de la serie Todos contra Juan -protagonizada por Pauls-, la telenovela juvenil Niní -con Florencia Bertotti- y la película High School Musical: el desafío -la versión local del filme estadounidense, con Fernando Dente y Agustina Vera, y la UNLaM entre sus locaciones-.
Actualmente, es el productor ejecutivo de Los 8 escalones..., que se emite en dos ediciones diarias, de lunes a viernes, a las 14.30 y a las 21.15, por El Trece, y de Bienvenidos a bordo, a las 16, por el mismo canal. En ambos casos, principalmente, es el responsable de gestionar los ciclos televisivos, lo que incluye estar atento a todo lo que refiere a los contenidos, conductores, columnistas o jurados, participantes, invitados, y demás profesionales detrás de cámaras. “Soy el nexo entre la artística, la productora y el canal”, añadió Brusca sobre sus tareas.
Una particularidad de ambos proyectos es que mantienen su éxito a lo largo del tiempo, logrando sostener las premisas iniciales, pero, además, generando las modificaciones pertinentes para refrescar los formatos y renovar día a día la elección de la audiencia.
En cuanto a Los 8 escalones..., comparó: “De aquel formato con Gerardo Sofovich e Iván de Pineda cambió casi todo. Los jurados y sus maneras de preguntar, la manera de responder de los participantes, la cantidad de concursantes, la cantidad de preguntas por escalón, la definición... También esa especie de mito de que el jurado sabía todo, ahora hace preguntas que preparó previamente. Menos el conductor, cambió todo, incluso los colores y las gráficas”.
Mientras que, sobre Bienvenidos a bordo, expuso: “Fue un programa muy a pulmón, todo el tiempo. Un día Guido llegó de viaje y dijo 'me encanta cuando la azafata dice bienvenidos a bordo, este es tal vuelo, me gustaría que tengamos una escenografía con un avión'. Así se inventó un programa que, después, se vio atravesado por la pandemia y jamás dejamos de salir al aire. Además, ganamos el Premio Martín Fierro como 'Mejor programa de entretenimiento (juegos)', y transformamos constantemente el formato. Resistió muy bien, no solo el cambio de conductor, ¡sino de qué conductor! Laurita vino a reemplazarlo y a lograr que sea su programa, eso habla enormemente de ella”.
Sobre la actriz, bailarina y presentadora, elogió: “Además de ser mi novia, a la cual amo con todo mi corazón, para mí es, por lejos, una de las mejores conductoras de la televisión de entretenimiento en la actualidad y la que más se afianzó el año pasado. Con el paso de los meses empezó a involucrarse muchísimo en producción, porque le nace, le gusta y lo sabe hacer muy bien”.
Por último, sobre Kaczka, con quien comparte equipo desde hace muchos años, valoró: “En los programas en los que está él como conductor y productor general es una gran ventaja, porque es muy activo en sus roles. Y desmitifica lo de la duración de las temporadas, es decir, no es que un programa va a ser más exitoso porque dure tres meses o cuatro años, el secreto está en, constantemente, intentar evolucionar y no estancarse en un contenido igual”.