Fernando Samartin: “Sandro es una figura que ya no puede faltar nunca más”

El artista habló de sus sensaciones al interpretar al Gitano y se refirió al vínculo que mantiene con el público.
Su próximo espectáculo, el deseo de armar una propuesta audiovisual y su faceta como dibujante.

Desde hace veinte años, Fernando Samartin se sube a los escenarios con una sola premisa: dejar de ser él y, por el tiempo que dura el show, convertirse en Sandro. Su voz, la caracterización a nivel físico y el despliegue que demuestra en cada presentación mantienen vivo al espíritu del Gitano y, como no podía ser de otra manera, el público se lo retribuye con un gran reconocimiento.

El cantante encabeza una gira que lo trajo, recientemente, al Teatro Morón y con la que también recorrió distintas ciudades del sur argentino. Ahora, se prepara para desembarcar con un show imponente en el Teatro Gran Rivadavia. “Necesitaba volver a sentir toda la energía del público”, manifestó en diálogo con El1 Digital.

¿Qué significa ponerse en la piel del Gitano?

Primero, siento una enorme responsabilidad. Obviamente, es un personaje irrepetible y, en algún punto, inimitable. Lo que yo hago, dentro de mis posibilidades, es lograr algo de lo que él lograba arriba del escenario, con eso ya me quedo contento. De alguna forma, percibo que eso se alcanza, porque yo trabajo con quienes fueron sus músicos y, muchas veces, ellos mismos llegaron a decirme ‘sentimos que está Roberto con nosotros arriba del escenario’, y eso es algo muy fuerte. A nivel mundial, es inmensamente querido, traspasa las fronteras. En países como Chile o Costa Rica fueron muy agradecidos conmigo, cuando, en verdad, ese amor y cariño va para la figura de Sandro. Yo solamente soy un representante de su música, aunque, por supuesto, me enorgullece que me elijan a mí para comunicármelo.

¿Cómo vivís esa particular relación con el público?

Tenemos un ida y vuelta muy mágico, en el que le hablan a Sandro, y este responde. Fernando queda a un lado en todo este juego. La gente entiende y valora que yo me pongo en la piel del Gitano únicamente cuando estoy arriba del escenario; no pretendo ocupar su lugar, simplemente ofrezco esta ilusión que, en lo personal, me llena de alegría y emoción. Yo siempre hago un doble agradecimiento, porque el público saca entradas para ver a alguien que hace de alguien. Es en esos momentos donde me sorprendo y me pongo a pensar en lo trascendente de la figura de Sandro, porque todavía lo quieren ver en vivo, aunque sea a través de otra persona. Eso habla de la huella que dejó en la sociedad como artista. Además, noto que la gente sale cada vez más contenta del espectáculo, y es ahí cuando siento que entran en el juego de revisar el pasado y encontrarse con la nostalgia, pero en su sentido más lindo y puro. Y con Sandro pasa eso: se encuentran con él, incluso quienes no lo conocieron o jamás escucharon su música, y de ahí se empiezan a copar o terminan admirándolo aun más.

A nivel personal, ¿qué te representa su figura?

Desde hace un tiempo, conformé la idea de que es como una suerte de arcano. Es una figura que ya no puede faltar nunca más, como Freddie Mercury o Carlos Gardel. Cuanto más pase el tiempo, más los vamos a necesitar. Además, representa el arquetipo del cantante e ídolo popular, y atraviesa generaciones. Por eso, es muy difícil que su figura deje de existir, de hecho, para mí es inmortal. Sus canciones se van a seguir adaptando y revisando eternamente. Por otra parte, no hay que olvidar que supo construir su carrera de una manera muy inteligente, a la par que fue protagonista de un sinfín de hits que él mismo compuso. Al fin y a cabo, siempre llego a la conclusión de que Sandro es como una fuerza de la naturaleza.

Conforme pasa el tiempo, ¿con qué etapa de su vida te identificás en la actualidad?

Nunca dejo de investigar ni estudiar, eso es algo que considero básico para hacer bien el trabajo, de manera que sean ínfimos los rasgos propios que se escapen. Tenía 18 años cuando hice mis primeros shows, y yo estaba maravillado con el Sandro de la época de los '70, que es mucho más eléctrico. Hoy, me inclino por un Sandro mucho más económico en sus recursos, que con una mirada o un silencio puesto a tiempo dice mucho más que cantando. Estoy enfocado, precisamente, en ese Sandro interpretativo; es el que más me interpela, me ofrece matices y me hace preguntarme cómo aprendió a hacer todo lo que incorporó.

En escena

El próximo 2 de octubre, Fernando Samartin se presentará en el Teatro Gran Rivadavia, ubicado en Avenida Rivadavia 8.636, Capital Federal. “Se trata de un show en el que propongo un recorrido a través de sus canciones y su vida artística, y que está divido en dos etapas: una, que hace alusión a los años '70 y '80 y, la otra, correspondiente a fines de los '90 y principios del año 2000”, señaló el cantante.

Nuevo homenaje

“En algún momento, me gustaría encarar un espectáculo audiovisual que reúna toda la filmografía de Sandro. Se trata de algo que requiere de mucha tecnología y costos, pero considero que forma parte de una estética que al público le encanta y que va a ayudar a su permanencia”.

Fernando Samartin, cantante.

Un despliegue artístico que se traslada al papel

Además de su faceta dentro del mundo musical, Samartin se dedica al dibujo. Es por eso que, próximamente, se encargará de realizar las ilustraciones de un libro infantil que contará la vida de Tita Merello. “Se trata de una propuesta hermosa, en la que voy a poder contarles a los más pequeños, desde mi lugar, cómo fue la historia de esta mujer increíble”, resaltó. Como si fuese poco, también trabaja de manera particular realizando retratos y caricaturas a pedido. “Mi idea se basa en resaltar algún talento o la personalidad; no busco exacerbar rasgos físicos y, así, causar gracia”, reflexionó.