Jairo: “Mi carrera es el resultado de un amor sorprendente”

El cantante y compositor brindará este sábado un exquisito show en el Teatro Universidad en el marco de sus 50 años de trayectoria dentro del mundo de la música.

Jairo es uno de los máximos referentes populares de la música argentina. Desde temprana edad se enamoró de la música y, actualmente, recorre el país festejando sus 50 años de trayectoria artística. Dueño de una voz resonante e inigualable, el cantautor se subirá, este sábado a las 21, al escenario del Teatro Universidad para celebrar con el público.

En diálogo con El1, Mario Rubén González , mejor conocido como Jairo, compartió sus vivencias, sus recuerdos y se define como una persona afortunada por la vida que transita. Sus canciones no solo han pasado de generación en generación, sino que han trascendido fronteras, conoció a múltiples personalidades y entonó sus temas musicales en variados idiomas.

Luego del exitoso lanzamiento de 50 años de Música, el álbum celebratorio con el que recorrió el país, Jairo ofrecerá una velada única y especial. 

¿Cómo describirías tu relación con la música?

Considero que tuve una carrera sorprendente…¡y el primer sorprendido soy yo!. Además, ha sido multifacética porque tuve la posibilidad de cantar diferentes estilos ya sean rancheras, mexicanas o tangos. Siempre he realizado las cosas con mucho amor, o sea, mi carrera es el resultado de un amor sorprendente.

Luego de cinco décadas de trayectoria, ¿cuál es el balance que haces de tu carrera?

Creo que cada década ha tenido un componente positivo, ha tenido de todo, pero ha sido siempre hacia adelante, con un crecimiento constante desde el comienzo, que fue en la década de 1970. Estamos celebrando cómo podemos y queremos con mucho gusto, haciendo actuaciones por todas partes. La celebración está dada porque han sido años muy felices, bonitos, de aprendizaje continuo y de crecimiento.

¿Cuál es la etapa de tu carrera que consideras que fue un punto de inflexión?

Creo que en el momento que se producen las cosas, siempre te sorprenden. Cuando grabé el primer disco, este tuvo mucha repercusión en España y en varios países latinoamericanos como Venezuela, Colombia, Perú y Chile. Sin embargo, en Argentina no tuvo la repercusión que esperaba. ¡Eso me sorprendió muchísimo! Ya que quería volver al país con cierta solidez. Para los artistas es difícil agotar la capacidad de sorpresa, en mi caso, nunca tuve pretensiones de ser una estrella, pero me guiaba el deseo de cantar. Desde temprana edad tenía de ganas de cantar, a pesar de haber estudiado arte, y fue un factor clave en mi vida para desarrollarme.

Tu momento favorito arriba del escenario...

Tengo varios momentos muy lindos arriba del escenario, también depende de las circunstancias y lo que hace diferente cada velada es el público. Cada uno tiene una recepción distinta, a su vez, sus reacciones dependen de lo que uno propone.

¿Cuál es la colaboración que te gustaría repetir o volver a compartir?

He compartido duetos con muchos artistas que admiro, pero me gustaría volver a compartir el escenario con Charles Aznavour. Cuando realicé mi primera gira en Francia, lo invité a cantar conmigo. Por razones que desconozco, él no se había presentado durante cinco años. Aznavour es como la Torre Eiffel, es un gran referente para los franceses, entonces su regreso a los escenarios fue muy esperado y una experiencia increíble. Para mí, él fue una gran escuela y portaba una majestuosa sabiduría sobre el mundo del espectáculo.  

Has musicalizado poemas de Jorge Luis Borges ¿cómo fue la experiencia?

Esa fue otra gran sorpresa dentro de mi carrera. La editorial Lagos me había llamado para formar parte de un proyecto: Borges cantado, en el que participaban doce compositores argentinos. Las letras estaban inspiradas en los poemas de Jorge Luis Borges. En aquel entonces, yo tenía 25 años y para mí era cumplir un sueño ya que admiro mucho al autor y a su trabajo literario. Entre los artistas se encontraban Astor Piazzolla, Carlos Guastavino, Gustavo "Cuchi" Leguizamón, Eduardo Falú, Alberto Cortéz, Eladia Blázquez, Facundo Cabral, Horacio Malvicino, Rodolfo Mederos, Julián Plaza y Daniel Piazzolla. Más tarde, el trabajo discográfico de ese proyecto fue dirigido por Ricardo Miralles y contó con ilustraciones mías y retratos de la pintora francesa Lilianne Lees Rancézes. Mi grabación la había enviado en cassette a Buenos Aires, fue escuchada y el propio Borges elogio mi interpretación. Tal es así, que el escritor mostró una buena predisposición y me acompañó a algunos medios de difusión para hablar del proyecto…¡Fue extraordinario!. Eso es básico en esta carrera, o sea, vas de sorpresa en sorpresa.

¿Qué recordás de tu primera presentación en el Festival Internacional de Málaga?

Fue sumamente interesante porque fue la primera vez que cantaba en público en España representado a Argentina. Entre los artistas se encontraba un dúo de suecos que cantaban muy bien: Björn Ulvaeus y Benny Andersson, tres años después, a esa dupla se unirían Agnetha Fältskog y Anni-Frid «Frida» Lyngstad para formar el grupo ABBA. La favorita y la que ganó el primer premio fue Donna Hightower, una mujer que cantaba como los dioses. En mi caso, me iba a presentar solito con mi guitarra, los organizadores se sorprendieron porque no contaba con una banda o más instrumentos, entonces llamaron al pianista de Julio Iglesias, Rafael Ferro, realizó unos arreglos con los instrumentos durante el ensayo y salimos al escenario, parecía una puesta en escena súper preparada, cuando en realidad fue más improvisada. ¡Fue mágico!...Gané el segundo premio y el Premio de la Crítica. Fue empezar con el pie derecho en el mundo de la música. Incluso la revista española Mundo joven me dedicó la tapa como revelación en el Festival.

Separando tu lado personal del artístico, ¿considerás que Mario Rubén y Jairo serian buenos amigos?

Creo que sí, ya que es muy difícil disociar a la persona que vive su vida cotidiana y al artista. No son muy distintos, tienen los mismos gustos, les gusta la misma música, es decir, uno le sirve al otro, se llevan bien entre ellos. Si han tenido una pesadilla, se consuelan, son felices, son buenos son entre ellos y, difícilmente, se peleen.

Los comienzos y reconocimientos de Jairo

Su primera presentación en público fue en el Festival Internacional de Málaga en 1971. Con su canción “Javier y Paloma”, obtuvo el Segundo Premio y el Premio de la Crítica. Sin embargo, la canción que le permitió afianzar su incipiente carrera fue “Por si tú quieres saber”.

Jairo fue galardonado en su carrera con múltiples discos de oro y de platino. Ha compuesto canciones con María Elena Walsh, Charles Aznavour, Facundo Cabral, Astor Piazzolla, Mercedes Sosa, entre otros. Además, ha musicalizado poemas de autores como Jorge Luis Borges, Mario Benedetti y Paul Eluard.

Su pasión por la lectura y admiración por Julio Cortázar

Corría el año 1974, la gran cantante y compositora María Elena Walsh se había radicado en Francia debido a la dictadura cívico militar que regía en Argentina. Festejó sus 44 años en París junto a un pequeño grupo de amigos, entre ellos, Jairo. Era tal la admiración del cantante sobre Julio Cortázar que la propia María Elena decidió llamar al escritor para darle la sorpresa a Jairo. “Yo hablaba mucho sobre Cortázar porque soy un lector empedernido y me encanta su obra. Entonces, escuché que alguien tocó el timbre y me pidieron que abra la puerta…entonces lo ví. No podía creer que tenía tan cerca a uno de mis escritores favoritos”, relató el artista.

Su paso por La Matanza

El 25 de octubre de 1966 un joven Mario González, mejor conocido como Jairo, se presentó en el Club Social y Deportivo Presidente Mitre, que aun se encuentra ubicado en la calle Larrea al 1.300, en el barrio Lomas del Millón, localidad de Ramos Mejía. Ya en aquel entonces era promocionado como el nuevo ídolo juvenil.

Una cita con Jairo

Las entradas pueden adquirirse en la boletería de la sala de lunes a viernes de 11 a 21, sábados, domingos y feriados de 15 a 20 o a través de Ticketek.