Costa: “El teatro siempre va a ser mi mejor lenguaje”
La comediante presentará la obra "Costa Presidenta: Ballotage" en el Teatro Universidad. Describió las características del music hall que protagoniza y resaltó el trabajo artístico colectivo. El valor de la risa en su vida y su gran presente entre la radio y la televisión.
En el marco del año electoral, ella no recorre el país en busca del voto de los ciudadanos, sino que viaja con la misión de generar carcajadas. Es que, tras las exitosas temporadas en la Avenida Corrientes, Costa y su equipo inician una gira con el espectáculo Costa Presidenta: Ballotage. De hecho, el viernes 4 de agosto a las 21, la popular comediante arribará al Teatro Universidad (Florencio Varela 1.903, San Justo) para divertir a espectadores de distintas edades y localidades.
Esa noche, gracias a la ficción, la sala de la UNLaM se transformará en la emblemática Casa Rosada, donde Costa ocupará el rol de primera mandataria, aunque no sabrá con certeza cómo llegó al poder. En el transcurso de la función, no sólo deberá enfrentar a un grupo de inescrupulosos que, desde las sombras, intentarán hundirla para quedarse con el sillón de Rivadavia, sino que también tendrá que devolverle la ansiada alegría al pueblo, y para eso contará con la ayuda de carismáticos personajes.
Las entradas para Costa Presidenta: Ballotage pueden adquirirse en la boletería del auditorio de la UNLaM (lunes a viernes de 11 a 21, sábados, domingos y feriados de 15 a 21) o en el sitio web Ticketek.
Si bien se trata de una ficción, aparecés en escena como Costa: ¿cuánto hay de vos misma y cuánto hay de personaje?
¡Juego con eso! Hay un poco de ficción, un poco realidad. En la obertura de la obra se explica que hay un poderoso que quiere tener más dinero y decide meter un presidente para manejarlo, pero, después, mi personaje se torna inmanejable, y ahí empieza la ficción. Quiero ser presidenta para devolver la risa a los argentinos, pero no lo voy logrando. Por otro lado, hay un momento en el que aparezco como persona, ya no como artista, y cuento de qué manera me fui metiendo en el mundo del espectáculo, y cómo los artistas me salvaron de un futuro más oscuro. La moraleja de la obra es que los sueños se cumplen, siempre que uno trabaje para ello.
Costa Presidenta: Ballotage es una fusión entre diferentes géneros teatrales...
¡Es un music hall! Tiene comedia lisa y llana y de enredos, momentos emotivos, partes de comedia musical, mucho color, pero, fundamentalmente, la propuesta es que durante una hora y media la gente se ría y se ría. Todos bailamos, cantamos en vivo, y me cambio siete veces de vestidos. Yo venía de hacer unipersonales, y ahora somos más de 20 personas (arriba y abajo del escenario) que vivimos de esta obra, entonces está bueno generar un proyecto donde puedo sumar gente y laburo para todos.
Nuevo destino artístico
En Costa Presidenta: Ballotage, la actriz y comediante es acompañada en escena por Damián Bravo, Celeste Campos, Mauro Francisco, Victoriano Pololla y Pablo Sultani. La puesta escénica cuenta con dirección de Roberto Peloni y producción de Alberto Raimundo para Circus Entertainment Group. Sobre las oportunidades de hacer una gira con el espectáculo, la protagonista destacó: “Lo lindo es que podemos llevar el mismo show de la Calle Corrientes”.
Y acerca de la importancia de tener una sala de cine/teatro dentro de la Universidad Nacional de La Matanza resaltó: “Que haya un nuevo espacio teatral donde los artistas podamos subirnos al escenario a contar nuestra historia siempre es para celebrar”.
Trasladando la cuestión política que atraviesa el espectáculo a tu vida, militás y visibilizás la lucha trans... ¿cuáles considerás que son los logros y las asignaturas pendientes para el colectivo?
En cuanto a los logros, por supuesto nuestra Ley de Identidad de Género. Luego, hace dos años, se dictaminó la Ley de Cupo Laboral Trans, que no se cumple, las chicas terminan siendo empleadas solamente por el Estado, justamente porque el Estado no se ocupa de la difusión, y hay algo anterior que es la capacitación. La mayoría de las chicas se han ido de sus casas a los doce o trece años, y han terminado laburando en la calle, por supuesto que no tuvieron formación alguna, entonces hay delirios donde te piden que hables inglés para trabajar en una empresa, y la verdad es que la mayoría de nosotras no hablamos inglés. Hay que dar los instrumentos a las chicas para que puedan capacitarse, terminar su secundario; para nosotras es todo más complicado. Siento que desde el Estado no se acompaña eso, se hacen leyes que no sirven, como el documento con la X, que no sé si llega a haber 200 personas que lo cambiaron. De verdad que es una pérdida de tiempo y, mientras tanto, está desaparecido Tehuel. Mientras haya un desaparecido de nuestra comunidad no tenemos nada que celebrar, y los triunfos se ven opacados. También me doy cuenta de lo privilegiada que soy, yo estoy bárbara, pero ¿qué pasa con el resto? Una no puede ser feliz si sabe que a sus compañeras les falta para comer. Si mi visibilidad sirve un poco para que otros vean que podemos ser capaces, felices, ocurrentes, y no solo divertidas, sino también comprometidas, está bueno.
Una de las premisas de la obra es recuperar la risa. ¿Hubo momentos de tu vida en que no la tuviste y/o la perdiste?
Sí, ¡tampoco soy una maníaca que está todo el día riéndose! A mí no me gusta contar desgracias, porque ya cada una tiene sus luchas personales, pero lo que me quita la sonrisa, a nivel macro, son las injusticias. Ahora estamos en tiempos de campaña política, entonces viene lo que nosotros llamamos "pinkwashing", que es la "lavada de cara" que la política le hace a la comunidad gay y trans. Mientras tanto, acá, en la Ciudad de Buenos Aires, tenemos un candidato a primer legislador que es homofóbico, transfóbico, antisemita. Esas cosas me quitan la sonrisa. Después sí hay batallas personales que le van pasando a una en la vida.
Por otro lado, vos hacés reír a los demás, pero ¿qué te hace sonreír a vos?
¡El escenario me da felicidad! También frivolidades, por ejemplo, domingos atrás haber ido a los Premios Martín Fierro, un lugar de tanto privilegio y exposición. Pero, básicamente, en el escenario soy completamente feliz, y digo que esa es mi mejor versión. Yo no sé hacer otra cosa mejor que estar ahí arriba. Cuando me preguntan "¿Qué te gusta más, la tele, la radio o el teatro?" Yo respondo que el teatro, ya que siempre va a ser mi mejor lenguaje.
Viviste tu infancia y parte de la adolescencia en Córdoba y, luego, te mudaste a Buenos Aires. ¿En qué lugar descubriste tu vocación artística?
Sin dudas, en Buenos Aires, y sin buscarlo. De hecho, Costa Presidenta la estrené en el Teatro Premier, donde hace 20 años trabajaba como vestidora. En el monólogo final digo "Donde yo subía los cierres, ahora me suben los cierres a mí, ¡habláme de felicidad!" Arranqué como asistente en los Café Concert del under porteño y un día me dijeron "en el próximo show vas a hacer un personaje", en el segundo hice dos, en el tercero tres y, después, arranqué a hablar arriba del escenario. Ahí los dueños me empezaron a elegir. A veces me pregunto "¿Tan fácil fue todo?" y, luego, digo "¡No!" Nada de esto fue fácil, lo que pasa es que yo lo voy contando como un cuentito. Son 22 años que tengo de laburo, desde un 30 de junio del 2001 que me subí al escenario. Hay mucho recorrido, ¡y mucho por hacer todavía!
A lo largo del tiempo, ¿se resignificó el valor del arte en tu vida?
Siempre ocupa lugares diferentes, porque tus tiempos, tu intelecto, tu cabeza, tus inquietudes, no son los mismos. En una época fantaseaba con ser una actriz dramática y, luego, pensé "¿Para qué?" O sea, una amiga mía, que es directora, me dijo: "¡Amigate con tu trágica! Dejá de buscarla, forma parte de las dos caras del teatro, vos tenés la capacidad de hacer reír y de emocionar, ¡amigáte con eso, y no reniegues de lo otro!" Porque hubo un momento en el que yo estaba muy preocupada porque solo quería que la gente se riera, se riera y se riera. Hasta que dije: "¡Como artista tengo que tener matices!" A la gente le puede gustar, o no, lo que hago, pero cuando me ven no pueden decir que estoy tocando de oído, sé lo que estoy haciendo, la propuesta que les hago es seria, después, para gustos, ¡los colores!
Actualmente, ¿cuáles son tus inquietudes artísticas?
Hoy, estoy muy contenta con este espectáculo que estoy presentando. Siento que también me puedo relajar un poco, porque en tantos años de hacer unipersonales todo pasaba por mí, y ahora estoy con un elenco tan grande, bonito y talentoso que puedo sentarme tranquila en el camarín y sé que afuera hay gente que es aún mejor que yo. Este espectáculo me dio la posibilidad de dar a otros cómicos el lugar que se merecen, y que no han tenido hasta ahora en otras propuestas.
Un destacado presente entre la radio y la televisión
De lunes a viernes, de 5.30 a 9.30, Costa integra el staff del fenómeno radiofónico El Club Del Moro, que se emite por La 100 y es conducido por Santiago Del Moro. Allí comparte equipo con Maju Lozano, Marcela Tauro, Fernando Carlos, Nacho Bulian, Eliana Guercio, Bebe Sanzo y Fernanda Carbonell.
Sobre su experiencia en el ciclo, valoró: “La radio me dio la posibilidad de ser conocida y dejar de ser cuerpo, porque cuando te subís al escenario ponés no solo tu corazón sino también tu físico. La radio me permitió ser voz y pensamientos, y Santiago me dio un lugar muy importante en un programa que ya era un éxito cuando entré. El oyente me empezó a valorar, además en un horario tan sensible. Nosotros estamos acompañando a la gente que va a laburar, y casi todos van a un trabajo que no les gusta, con un sueldo que no se merecen, y si la misión nuestra con el programa es hacerles ese caminito más fácil, ¡valió la pena! Santiago es un gran jefe, amoroso, comprensivo y solidario, tiene el ego tan bien ubicado que te arma la jugada para que vos hagas el gol”.
Y, luego, compartió los elogios del presentador con Verónica Lozano, ya que Costa integra el panel del magazine Cortá x Lozano (lunes a viernes a las 14.30), junto a Mauro Szeta, Sol Pérez, Paola Juarez, Vicky Xipolitakis y Juariu. “Vero es una gran compañera, una gran conductora al aire y fuera del aire”, subrayó.
Por último, sobre ambos conductores halagó: “Les gusta ser número uno, triunfadores, y no reniegan de eso, no hay falsa modestia. A Santiago le encanta ser el hombre más escuchado de la radio y haber batido récord de audiencia con Gran Hermano, a Vero le encanta ser la líder de las tardes desde hace muchos años. Y trabajan todo el día para eso, nada les fue dado, se han ganado el lugar que tienen en los medios. Para mí es un orgullo que los dos me hayan elegido para formar parte de sus equipos, y laburo para estar a la altura de estas oportunidades”.
Crédito Fotos: Nacho Lunadei - @nacholunadei (sesión)// July Gatto- @julygattoph (escena)