Camila Mateos, detrás de Pilar en “ATAV 2”: “Me gusta hacer personajes que estén lejos de quien soy”
La actriz que creció en Zona Oeste integra el elenco de la telenovela de época que se emite por El Trece. Se refirió a la construcción de su papel en la historia ambientada en 1980 y al valor de la ficción nacional. Sus primeros pasos artísticos y el recuerdo de “Santa Evita”.
Las vidas de muchas personas están en constante movimiento, pero, quienes se dedican a la actuación quizás experimentan esta cuestión aún más, al interpretar a diversos personajes con sus singulares circunstancias. De hecho, en el caso de Camila Mateos, en el transcurso de sus 29 años, ha viajado espacial y temporalmente en múltiples ocasiones al encarnar a distintas adolescentes del siglo XXI, en proyectos como Esperanza mía, Kally's Mashup, Bichos raros y Amar después de amar, o a mujeres del siglo XX en series como Argentina, tierra de amor y venganza 2 y Santa Evita. Y, fuera de la ficción, también se ha desplazado continuamente, ya que ha vivido en varios lugares de la Zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires, como Moreno, San Antonio de Padua, Merlo y Castelar, en Capital Federal y fuera del país -en Chile y Estados Unidos-.
Mientras Camila cursaba la escuela primaria en la Ciudad de Buenos Aires surgió en ella el deseo por estudiar actuación, canto y danza. Y, luego, la secundaria la hizo en el Colegio Elvira Sullivan de Merlo, que estaba orientado al arte. Asimismo, en paralelo, durante su infancia y adolescencia, se formó en diferentes espacios culturales vinculados a la comedia musical.
Sobre su actual conexión con el Oeste, en diálogo con El1 Digital, contó: “¡Voy todo el tiempo! Mis abuelos, mis tíos y mi primo siguen viviendo ahí. Mis abuelos, en su juventud, tuvieron una de las primeras radios comunitarias de Moreno, y siempre tuvieron un compromiso por la cultura. Creo que hay algo de mi interés artístico que viene de ahí, me encuentro mucho en el pasado de mi familia, como una cosa un poco melancólica. Además, en mi casa la posibilidad de desarrollarse artísticamente siempre estaba a la mano. Era '¡Mirémos a Camila hacer el show!', o había disponibilidad de disfrazarme y usar la ropa que tenía ganas. No me crie en un círculo donde se me limitara la creatividad. ¡Eso fue muy favorable!”
Y, a continuación, agregó: “Tuve el privilegio de tener una familia que me lo permitiera, hasta económicamente en algunos momentos más complicados. Así como también mi padre ha insistido mucho en desarrollar en mí una beta artística, o mi mamá que me apoyó y siempre estuvo disponible para llevarme a las clases y a ir de acá para allá”.
“¿Voy a ir por el camino del artista?”. Se preguntó Mateos cuando terminó la escuela, y pensó distintas vías, como estudiar para ser médica -siempre le interesó la ginecología- o transitar la abogacía -como sus abuelos-. Pero esos interrogantes no permanecieron mucho en su cabeza, y encontró una respuesta inmediata. “Habrá sido una noche de charlar con la almohada y pensar 'no voy a poder, voy a estar todo el tiempo preguntándome qué hubiese sido si'”, se confirmó a sí misma, y optó por el trayecto artístico.
La composición de Pilar: entre la cercanía y la distancia
Actualmente, de lunes a viernes, a las 23, cuando los televidentes sintonizan El Trece pueden ver a Camila dentro del reparto de la segunda temporada de Argentina, tierra de amor y venganza (ATAV), ambientada en Buenos Aires, en la década de 1980. Una curiosidad es que ella también tuvo una participación especial de algunos capítulos en la primera parte de la tira diaria de época, emplazada en el período histórico 1930-1940, y emitida en 2019 por el mismo canal. En ese momento dio vida a la joven Virginia Lynch.
“Ahí jugué con algo un poco más caricaturesco. Tenía lugares un poco más comunes, y tal vez no entré mucho en la complejidad. En ATAV 2 me encuentro con un personaje más complejo, con muchas capas, con una historia muy tremenda, pero muy rica de contar. Yo soy fanática de la música de los '80 y, a su vez, en el colegio estudiamos un montón ese momento de la Historia Argentina. Siempre fui una persona que se sintió muy afín de saber, de investigar, y de seguir siendo parte como puedo de la lucha por la democracia, de seguir haciendo memoria”, explicó.
En la secuela encarna a Pilar Arizmendi, la única sobreviviente de un hecho familiar trágico. Es una mujer conservadora que no trabaja y su proyecto en la vida es casarse con Segundo (Renato “Tato” Quattordio) y tener hijos. Sin embargo, empiezan a suceder determinadas situaciones vinculadas a su novio que no esperaba, por lo que decide enfrentarlas.
Acerca de componer a un personaje que está en las antípodas de ella fuera de la ficción, planteó: “Hay escenas que terminaba de grabarlas y quedaba muy movilizada, por lo que acababa de decir. Por ejemplo, la escena con Antonio (Toni Gelabert), en la que Pilar tiene todo ese discurso súper negacionista e ignorante, para mí fue re difícil decir cada una de esas palabras, pero una entiende que es importante contar que, lamentablemente, ese discurso todavía existe. Me puso muy contenta ver en Twitter que todo el mundo odiaba lo que Pilar estaba diciendo, y dije '¡Qué bueno que no les guste!'. Es parte del trabajo, y si hay algo que a mí me gusta mucho es hacer personajes que me queden lejos de quien soy, es divertido e interesante”.
Si bien no adelantó muchos detalles de lo que sucederá en el desarrollo de su papel, para no arruinar la ilusión del público, en términos generales, compartió: “Le van a pasar un montón de cosas a Pilar. Creo que, en cierto punto, una también puede empatizar con su dolor, que es real. Es alguien que repite lo que le contaron, entonces, ¡qué importante la rebeldía en algún momento de la vida! Hacerse preguntas, sacar propias conclusiones y no seguir repitiendo discursos heredados o, si los repetimos, saber por qué lo hacemos, y qué estamos diciendo cuando decimos lo que decimos. Pilar todavía no se hace preguntas, o no puede”.
A lo largo de los episodios, el personaje interactúa principalmente con Segundo, aunque también es influenciado, directa o indirectamente, por su futura suegra Sara (Gloria Carrá), quien pertenece a una familia adinerada, y desde la muerte de su hijo favorito bebe y toma pastillas para olvidar. A su vez, presiona a sus hijos y a su nuera para que cumplan con ciertos roles sociales y los patrones de una familia, aparentemente, 'tipo y perfecta'.
“Sara es un clásico de esa época. Hay que contar que esas mujeres existían, y existen. Es importante darles visibilidad, para hacer una crítica, una construcción, entender de dónde vienen. Hubo un momento en el que la sociedad les pedía ser de una manera, pero, además, las mujeres les pedían a otras ser de esa manera, y se ve en Pilar. Ella aprende todo esto y elige seguir sosteniendo esa forma, que justamente es la que le hace doler y la castiga, es como si fuese víctima de su propio discurso. Si se rebelara a eso sería mucho más feliz, es interesante cuál es el límite de lo heredado”, planteó.
Por otro lado, sobre la posibilidad de integrar el elenco de una tira diaria en la televisión abierta, resaltó: “Trabajé en Polka muchas veces, hay mucha gente que quiero, tengo lindos recuerdos y muy buenas experiencias. Se agradece mucho que siga existiendo ese espacio para los actores, y que se siga apostando a la ficción nacional. Además de generar trabajo, hace que tenga una llegada a casi todes, a quienes tal vez no pueden acceder a una plataforma, entonces, eso se valora, y se tiene que abrazar. Está buenísimo como público joven que, en lo posible, lo consumamos, y también si tenemos una crítica constructiva para hacer la hagamos. Tampoco hay que ver y amar todo lo que vemos, pero sí darle la chance”.
En cuerpo y alma de una mujer icónica
En 2022, Mateos integró el reparto de la serie dramática e histórica Santa Evita, disponible en STAR+, que se centró en el mito alrededor del cadáver errante de la icónica dirigente política. Si bien Natalia Oreiro interpretó a Eva Duarte de Perón en su etapa adulta, la encargada de darle vida en su adolescencia fue Camila.
A modo de balance de su participación en el proyecto audiovisual, la actriz manifestó: “¡Fue un regalazo! Sí fue difícil encontrar material de ella durante ese momento de su vida, así que fue un poco un invento que hicimos con mi coach Laila, encontrándola desde la intuición. Si esa persona fue así a tal edad, intuíamos cómo podría haber sido a los 16 o 17. Además, un poquito me agarré de la información que se tenía de ella acerca de cómo era en la escuela, con sus amigos, en la casa. Y me pareció interesante jugar lo que contenía, que todavía sus años y su espacialidad no le permitían sacar del todo. También fue jugar con el error. No era contar una Eva como el recuerdo que tenemos de ella ya formada -que interpreta Natalia-, sino que se estaba haciendo, algo más sutil. Fue hermoso y emocionante. Para mí es icónica, y le tenemos que agradecer muchos de los derechos que tenemos hoy en día”.
Un camino artístico motorizado por la formación y la pasión
Varios de los proyectos artísticos que transitó la actriz inicialmente estuvieron destinados al público infanto juvenil, como fueron Esperanza mía, Kally's Mashup y Bichos raros. Sin embargo, con el paso del tiempo, no solo fue creciendo en edad, sino que, también, fue sintiendo la necesidad de contar otras historias, relacionadas con nuevas búsquedas e intereses.
“No envejezco mucho (risas). Es hereditario, ves a mi mamá y parece de mi edad. De chica parecía más chica, y si hoy me pones un guardapolvo puedo pasar por una estudiante secundaria. Pero la realidad es que internamente llegó un momento que creció en mí una necesidad de contar historias que me quedaran más cercanas, sobre todo porque existen personas que parecen más chicas, pero tienen 30 años. Ahí hubo un momento de transición, un poco difícil, ya que decir 'no' trae muchas consecuencias en cuanto a lo económico. Me la tuve que bancar un tiempo, mientras tanto seguí estudiando, la vida no es solamente el trabajo, y haciendo por ahí cositas más chiquitas, explorando un poco más mi actriz y mi código. Necesitaba darle a mi actriz la posibilidad de mostrar otros matices”, señaló Camila.
Y, a su vez, aclaró: “Obvio siempre se agradece el trabajo, y fueron lugares donde aprendí muchísimo, del oficio en cámara, sobre todo. ¡Fueron espacios muy amables! Después, como a cualquiera le debe pasar en su profesión, uno quizás empieza a querer explorar otros territorios”.
Ahora, a raíz de su interés en la dirección y la producción, se enfocó en la formación, la investigación y la experimentación detrás de cámaras. Incluso le encantaría dirigir actores. “Para mí, la formación es muy importante, es donde gano seguridad. Me cuesta mucho lanzarme a hacer algo sin tener un poquito de formación, parte de mi personalidad. No digo que tenga que ser ese el único camino”.
Por último, respondió hacia dónde quiere ir, y hacia dónde no, en su camino artístico. Ante el primer interrogante indicó: “Por ejemplo, ¡me encantaría hacer una peli con Pedro Almodóvar! O estrenar una peli como directora en nuestro cine nacional, como actriz también. Me gustaría tener la posibilidad de dar trabajo a mis amigues, hacer una producción en la que yo pueda filmarlos, ya que me parecen excelentes y admiro mucho el trabajo que hacen. También tener lindos equipos de trabajo y crear materiales que me parezcan importantes y divertidos de contar. Mientras que ante la segunda pregunta consideró: “No quisiera ir hacia lugares que me corran de lo artístico, de la forma en la que me interesa contar historias. No me gustaría tener que dedicarme a otra cosa, sino siempre estar en el mundo de lo audiovisual o en el teatro, de cualquiera de los dos frentes”.