Andrea Ghidone: "La vida, a veces, te lleva a lugares que ni uno imagina"

La actriz y bailarina dirige y protagoniza el espectáculo "Madame Tango", en el Teatro Astral. Habló sobre el origen de la puesta, su amor por el tango y los aprendizajes de la revista.

Durante el día, las melodías al ritmo del 2x4 recorren las tradicionales calles de Buenos Aires y cautivan la atención de residentes y turistas. Sin embargo, cuando cae el sol, el estilo musical rioplatense se traslada al Teatro Astral e invita al público a vivir una velada inolvidable, encabezada por Andrea Ghidone. Es que la actriz y bailarina uruguaya dirige y protagoniza el musical Madame Tango, que cuenta una historia de amor no convencional por medio de canciones, danza y relatos. La artista retorna con su espectáculo a la Avenida Corrientes luego de recorrer escenarios locales e internacionales y recibir la ovación de más de 50 mil espectadores. "La gente disfruta de lo que está viendo y tiene ganas de volver", destacó Ghidone en diálogo con El1 Digital.

¿Qué plantea la puesta escénica?

Es la historia de Madame Tango, un personaje ficticio que representa a todas las mujeres maravillosas del 1900, que se animaron a bailar tango por más que, en ese momento, estuviera prohibido por ley. Más de cien años después, nosotras trabajamos de eso que ellas, un día, muy tímidamente, comenzaron a hacer. Este espectáculo es un homenaje, porque fueron muy guapas para la época e hicieron frente a un montón de prejuicios y siguieron adelante. Lo escribí hace cuatro años y, originalmente, fue un proceso personal en el que fui entendiendo que hay una parte nuestra en esa mujer tanguera que hizo algo muy importante para nosotras. En el show, también, cuento a la gente por qué elegí este género y no el jazz, el vals o el hip hop. Me enamoré de él y, desde ese lugar, armé este espectáculo.

¿Cómo surgió ese enamoramiento?

Cuando trabajaba en Escandalosas, Carmen Barbieri me pidió que hiciera el cierre final de la revista con un tango; entonces, yo recitaba una parte y, después, bailaba. Ahí, empecé a estudiar; luego, estuve en Señor Tango y, finalmente, armé mi compañía y empecé a hacer gira. Hoy, estar así enamorada, ¡me parece una locura! Sé que, si hoy estuviera mi papá, se sentiría completamente honrado y feliz de verme bailar sus tangos preferidos. La vida, a veces, te lleva a lugares que ni uno mismo se imagina. Siento que el camino recién comienza, y uno tiene que hacer cosas que lo sigan motivando, porque todo va cambiando.

¿Qué barreras tuviste que superar en el ingreso al tango?

¡Todas! Y todavía sigo atravesándolas. No me parece mal, porque el tango es algo que está en un cofre mágico que se conserva y no se quiere que nadie lo difame ni lo haga quedar mal; entonces, desde ese lugar, cuando vos tenés conocimiento y pasaste ciertas instancias, te reconocen. Desde hace ocho años que tomo clases, ya que, por más que baile arriba de un escenario, es algo que nunca se termina de aprender. Ese es el mayor desafío: cuando creés que lo tenés todo, no empezaste ni siquiera a caminar. A los prejuicios hay que sacarlos de la vida porque nos cierran puertas.

¿Qué sentís cuando estás en escena?

Primero, la emoción que surge al estar muy bien parada, con una seguridad absoluta ya que, lo que voy a hacer, es lo que sé. Doy hasta el alma arriba del escenario porque esa manera es la única que tengo para agradecer, no sirve otra cosa, las palabras se las lleva el viento y lo que quedan son los hechos. Siempre les digo a los artistas que me acompañan que el público viene a buscar lo mejor y, nosotros, se lo tenemos que dar, tenemos las condiciones y los profesionales para lograrlo. Cada noche, la consigna es hacer que la gente la pase bien y se honre del país que tiene. Muchas veces me escriben por las redes sociales y me dicen que empezaron a bailar tango después del show y, para mí, eso es tarea cumplida.

Integraste varias revistas, ¿qué herramientas te brindó este género?

Todo lo que sé de teatro lo aprendí con la revista. Ya lo hacía en Uruguay; entonces, era un género que manejaba y había adquirido. Tenía mucha plasticidad porque competí en gimnasia artística hasta los catorce años y, además, nunca tuve problemas de mostrarme en ropa interior arriba de un escenario porque, para mí, el arte va más allá de lo que uno lleve en el cuerpo. La revista ha sido una gran escuela; ahí, cantaba, bailaba y actuaba, era una especie de comedia musical, donde me fui capacitando, mirando a quien tenía como cabeza de compañía.

Para agendar

En Madame Tango, Ghidone cuenta con la compañía de destacados bailarines y cantantes y una orquesta en vivo. El espectáculo se presenta los viernes y sábados a las 19.30 en el Teatro Astral, ubicado en Avenida Corrientes 1.639, Capital Federal.

Crédito Foto: MAXIMILIANO BOTTOLI