Hallaron un legendario barco que naufragó a principios del siglo XX en el lago Nahuel Huapi
Un equipo del CONICET brindó asistencia científico-tecnológica que permitió ubicar con precisión el lugar de la mítica embarcación hundida en la ciudad de San Carlos de Bariloche hace más de cien años.
Las profundidades del lago Nahuel Huapi no solo contienen información geológica, sino que también albergan enigmas que forman parte del patrimonio arqueológico y cultural argentino. Es el caso del vapor Helvecia, una embarcación que transportaba manufacturas entre Argentina y Chile en los momentos fundacionales de la ciudad de San Carlos de Bariloche, que naufragó en 1906 por motivos que aún se desconocen y que, recientemente, fue localizada gracias al aporte de un equipo de investigación del CONICET.
La localización fue posible gracias al trabajo de especialistas que integran el Grupo de Estudios Ambientales del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC, CONICET-UNCo), en el marco de la realización del largometraje documental La búsqueda del Helvecia, de la productora audiovisual Acuanauta Films.
“Corroboramos que contamos con información ya relevada del sector y analizamos la cuadrícula solicitada, pero no encontramos nada significativo. Ampliamos la búsqueda a un área contigua y allí apreciamos una silueta de forma y dimensiones consistentes con el vapor, por lo que recomendamos buscar en este punto”, relató Gustavo Villarosa, investigador del CONICET en el IPATEC y líder del equipo que ayudó a los realizadores del documental a localizar el Helvecia.
“Investigamos eventos que afectan y han afectado a los lagos de la región en el presente y en el pasado, tales como episodios sísmicos, deslizamientos, inundaciones o inestabilidad de costas, tsunamis lacustres y erupciones volcánicas, entre otros. Estas investigaciones son de particular importancia para comprender los riesgos para las poblaciones costeras y las actividades turísticas, comerciales y recreativas en la región”, afirmó Villarosa a Prensa CONICET.
“Fue impresionante la alegría que sentí en ese momento porque algo que tanto buscábamos fue un logro”, señaló Lucas Bonfanti, quien forma parte del equipo de la productora audiovisual.
“Estar viendo un naufragio real, que fue una tragedia, el ser los primeros en verlo en tanto tiempo, generó un montón de sensaciones. Abajo del agua nos miramos, empezamos a festejar, dimos varias vueltas y Nicolás (Mazzola) agarró la cámara, la apuntó al naufragio para que desde la superficie la pudieran ver, le sacamos fotos y filmamos. Después, afuera, hubo mucha emoción”, finalizó el cineasta.