Cada vez más resistentes: descubren una mutación genética en mosquitos transmisores del dengue
En el Día Internacional del Dengue, especialistas del CONICET dieron a conocer los resultados de un trabajo en el que se comprobó que una alteración genética y otros factores explican la resistencia de mosquitos Aedes aegypti a los insecticidas con piretroides. Proponen una alternativa para su control.
Investigadores del CONICET, de la Fundación Mundo Sano y del Instituto Oswaldo Cruz en Río de Janeiro (Brasil), identificaron una mutación genética que confiere una alta resistencia a los insectos Aedes aegypti cuando se les aplica insecticidas del grupo de los piretroides en el norte de Argentina.
“Bajo estrictas medidas de bioseguridad criamos estos huevos en nuestro laboratorio y comprobamos que todas las poblaciones tenían una muy elevada resistencia a piretroides cuando los exponíamos a dosis normalmente letales. Evaluamos hasta diez veces las dosis que se utilizan y los mosquitos siguen siendo resistentes”, señaló a Prensa CONICET Laura Harburguer, directora del estudio e investigadora en el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF, Ministerio de Defensa).
Además, en medio de ese trabajo, se detectó por primera vez la mutación genética V410L en la muestra representativa de vectores del dengue colectados en el norte argentino.
Una posible solución
Con el fin de proveer a la sociedad una nueva herramienta de control, hicieron experimentos adicionales para explorar una alternativa eficaz: “Encontramos que todas las poblaciones de Aedes aegypti colectadas en campo tenían un 100 por ciento de mortalidad a un compuesto que se llama pirimifosmetil, que es un órgano fosforado”.
Según la investigadora, el pirimifosmetil no está aprobado aún en Argentina, pero sí en varios países y está recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su uso en el control de Aedes aegypti.
“Si se siguen las recomendaciones de uso de este compuesto, sería una alternativa de control para reducir el vector, pero tendría que estar acompañado de una campaña de manejo integrado que incluya el descacharrado, el control de las larvas y la participación de la comunidad en este tipo de actividades”, aclaró.
En ese sentido, resaltó la importancia de no depender únicamente de los plaguicidas. “Si el control se basa solo en un tipo de insecticida, su aplicación repetitiva va a generar resistencia y en unos años si no hacemos un manejo integrado del vector, vamos a estar otra vez en la misma situación”, concluyó.