El asentamiento Puente 13 de Ciudad Evita, desde adentro: “Compramos estos terrenos”, sostienen
Argumentan que la comunidad indígena Tres Ombúes debe dirimir el conflicto judicial con la persona que, según dicen, les vendió las tierras. Sobre la conexión eléctrica clandestina, afirman: “Sabemos que es un delito, pero agotamos todas las instancias para tener luz como corresponde”.
En los últimos días, se intensificó el conflicto de los vecinos del asentamiento conocido como Puente 13, en Ciudad Evita, con la empresa Edenor, que deshabilitó una conexión eléctrica clandestina y ocasionó, así, que estas personas salieran a cortar, durante dos días, la Autopista Riccheri. Según pudo saber El1 Digital de parte de los vecinos, tras la mediación del Municipio se rehabilitó, por el momento, la conexión irregular, mientras se tratan de dirimir una serie de cuestiones legales: por ejemplo, si el asentamiento está registrado como barrio popular y cuántas familias se encuentran censadas en el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP).
Pero esta es solo una de las aristas del conflicto. Por otra parte, la comunidad indígena Tres Ombúes afirma que esas parcelas están situadas en un sitio sagrado, un cementerio indígena que albergaría restos arqueológicos ancestrales, además de tratarse de una zona inundable; además, señalan que estos vecinos avanzan en el parcelamiento, desmalezamiento y división de más terrenos en un área donde se ubica el Yacimiento Arqueológico Tres Ombúes, ubicado en Ruta Provincial N° 4 y el río Matanza.
En este punto, los vecinos afirman que un privado les vendió los terrenos en los cuales construyeron sus viviendas, mientras desde la comunidad indígena Tres Ombúes afirman que estos vecinos fueron “estafados”. Este diferendo está dirimiéndose en la Justicia. El1 Digital y Radio Universidad se acercaron al lugar y dialogaron con vecinos, quienes dieron su versión del conflicto.
Así, Vicente, uno de los habitantes del asentamiento, sostuvo: “Los vecinos no tenemos ningún conflicto con la comunidad Tres Ombúes. Porque ellos están en pelea con los supuestos dueños que nos vendieron a nosotros. Estamos en el medio de esa pelea, porque compramos los terrenos y desde ese momento hacemos respetar nuestro lugar, lo que nos corresponde”.
“Ellos dicen que estamos avanzando. No es así. Ellos vienen a filmar nuestros autos, casas, a nuestros niños, y lo suben a las redes sociales, sin nuestra previa autorización, y nos sentimos atropellados. Sin embargo, ellos dicen que nosotros atropellamos. Nosotros en ningún momento pasamos, respetamos (la división) tal como está”, aseguró.
El reconocimiento como barrio y el servicio eléctrico
En relación a la conexión eléctrica clandestina, Fabio, otro de los vecinos, planteó: “Con respecto a la luz, se logró algo momentáneo, porque sabemos que estamos cometiendo un delito. Sabemos que engancharse a la luz es un delito, pero nos fuerzan a (hacer) esto. Agotamos todas las instancias, hemos hecho todas las presentaciones, en Edenor y en el Municipio”. “Hemos recurrido a todos lados para que el servicio sea como corresponde, con pedido de medidores, transformadores y todo lo demás. Y no lo otorgan. Al no otorgarlos, lastimosamente tenemos que vivir enganchados. Y no lo queremos hacer, porque queremos pagar el servicio. No queremos que nadie nos regale nada”, planteó.
La situación del asentamiento, en este contexto, también se encuentra en una zona gris. “A raíz del corte, tuvimos una reunión en el Municipio. Nos llamaron y (por ahora) lo único que se pudo resolver es eso, volver a engancharnos. Este barrio está reconocido como barrio popular. Durante una mesa de negociación entre 2017 y 2018, solamente reconocieron a 47 familias. Entonces, ahora se pretender volver atrás, reconocer a 47 familias que tienen un certificado y dejar afuera a toda la otra gente. Esas 47 familias no llegan a ser (actualmente) ni el diez por ciento de la población del barrio. Pedimos un censo, un relevamiento, y que analicen la situación de cada familia”, planteó el vecino.