Casi el 50 por ciento de los residuos del río Matanza-Riachuelo son plásticos
Así lo informó la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), en un estudio de caracterización de residuos del cauce principal del curso de agua.
Cerca del 50 por ciento de la basura extraída del cauce principal del Río Matanza Riachuelo fueron plásticos, según un estudio de caracterización de residuos que se realiza cada seis meses durante la limpieza de ese espejo de agua.
Según informó la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) en un comunicado, el análisis mostró que el 46,37 por ciento de los residuos extraídos fueron plásticos; el 39,45 por ciento restos de ramas, forestales y desmalezado; el 5,81 por ciento maderas, el 2,41 por ciento neumáticos fuera de uso; el 2,37 por ciento envases metálicos; el 1,39 por ciento textiles; el 1,29 por ciento vidrios y el 0,90 por ciento pañales y apósitos.
Este organismo comenzó a principios de febrero un estudio de caracterización de residuos del cauce principal del Río Matanza Riachuelo, el cual se realizará semestralmente como parte de las nuevas tareas de limpieza del curso de agua.
Estas tareas incluyen la extracción de residuos sólidos flotantes, voluminosos, y el mantenimiento del cuerpo de agua con el objetivo de obtener "más y mejor información a tener en cuenta en las decisiones de gestión sobre el manejo de residuos en la cuenca".
A través de la caracterización se adquieren detalles sobre los tipos de residuos presentes en el agua, ya que al realizar una separación manual es posible conocer el porcentaje estimado de la cantidad y tipos de desechos.
El objetivo de la separación manual es clasificar los residuos en distintas categorías que incluyen: restos forestales y desmalezado; madera, como restos de muebles y pallets; plástico; vidrio; pañales y apósitos; caucho, goma y cuero; neumáticos fuera de uso; envases metálicos; textiles; voluminosos, como residuos de medianos y grandes electrodomésticos; entre otros.
Esta primera caracterización se realizó en puntos estratégicos, a lo largo de 22 kilómetros, para analizar los residuos por tramo, ya que estos varían de acuerdo con el contexto de cada sitio. Los tramos uno y dos, abarcan desde la Ruta Provincial N° 4 hasta Puente Alsina, el tramo tres contempla desde Alsina hasta Puente Bosch y el tramo cuatro comprendió el análisis entre Puente Bosch y la Autopista Buenos Aires-La Plata.
El Río Matanza Riachuelo, llamado Riachuelo desde cerca de su desembocadura y Río Matanza en la mayor parte de su desarrollo, es un curso de agua de 64 kilómetros, que nace en la provincia de Buenos Aires, constituye el límite sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y desemboca en el Río de la Plata. Esta desembocadura origina el nombre del barrio porteño de La Boca. La cuenca Matanza Riachuelo se encuentra localizada al noreste de la provincia de Buenos Aires y tiene una superficie aproximada de 2.017 km².
Advertencia y "acuerdo histórico"
La quinta sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA 5) acordó esta semana la creación del primer tratado internacional contra la contaminación por plásticos, una iniciativa en la que participó Argentina y que científicos caracterizaron como "histórica", al tiempo que señalaron las dificultades para revertir esta crisis en un mundo donde hasta lo que tomamos, comemos y respiramos tiene partículas plásticas.
En el encuentro que finalizó el miércoles último en Nairobi, la capital de Kenia, respaldaron este acuerdo 175 países, entre ellos Argentina a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con la participación de Cecilia Nicolini, secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación.
La propuesta establece abordar todo el ciclo de vida del plástico, desde su origen hasta el mar, y ordena la creación de un "Comité intergubernamental de negociación" encargado de elaborar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para 2024.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de las 460 millones de toneladas de plásticos producidos en 2019 a nivel global, menos del 10 por ciento se recicla y el 22 por ciento se abandonó en vertederos improvisados, se quemó al aire libre o se arrojó en plena naturaleza.
Andrés Arias, investigador del CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), fue el único científico del país en participar del informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) titulado "De la contaminación a la solución", que fue presentado en octubre de 2021 como base para las discusiones en la UNEA 5.
Arias aseguró que la decisión de la ONU es un "hecho histórico" por ser el "acuerdo global, en términos ambientales, más grande desde el 2015 luego del Acuerdo de París contra el cambio climático".
Para el doctor en Biología es fundamental revertir esta contaminación porque los plásticos generan daños físicos, químicos y toxicológicos, entre los que destacó el impacto de las redes abandonadas en el mar que entrampan a animales como tortugas marinas y delfines, causándoles heridas, asfixia, restricciones de movilidad y la muerte.
Otro problema es cuando los peces ingieren los fragmentos de plásticos más pequeños que les provocan "cambios en su ciclo de reproducción y en su organismo, que comienza a defenderse del compuesto extraño en su sistema digestivo".
Arias también alertó sobre el impacto en las personas: "Podemos ingerir plásticos desde el agua de la canilla o envasada, hasta en los alimentos marinos y la sal, incluso pueden respirarse porque las partículas muy pequeñas flotan en el aire y tienen la capacidad de generar respuestas inflamatorias y alérgicas".
"Atraviesan las membranas celulares, el tracto digestivo, incluso en estudios clínicos se encontraron microplásticos menores a cinco milímetros en placenta humana", detalló el científico y agregó que comemos plástico de forma inconsciente porque casi todos los alimentos vienen en un packaging elaborado a partir de combustibles fósiles.
Según el estudio "Dieta plástica" del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) consumimos más de 100.000 micropartículas de plástico al año, lo que equivale a comer una tarjeta de crédito por semana. En nuestro país, el nivel de contaminación por plásticos en ambientes acuáticos es "muy similar al resto del mundo, no tenemos zonas de altísimo impacto", cerró Arias.