Trabajadores de la aceitera en quiebra de Villa Madero planean formar una cooperativa
Tras sufrir 110 despidos, los trabajadores de Agroindustrias Madero aseguraron que quieren “recuperar la fábrica” y, por eso, piden que se solucione “el tema legal y se dictamine la continuidad laboral”.
A raíz del cierre de Agroindustrias Madero, los 110 trabajadores despedidos decidieron reunirse y “seguir luchando” para así formar una cooperativa. Gabriel Lijó, uno de los delegados representantes de los trabajadores, confirmó, en diálogo con el programa No duermas más de Radio Universidad que están “en tratativas” para lograrlo y, además, asesorándose “para pedirle a la jueza la continuidad laboral”. “Nosotros queremos trabajar y queremos recuperar la fábrica”, aseguró.
En tanto, Lijó destacó que lo que necesitan es “un poco de ayuda para acceder a la materia prima para producir”. “Tenemos contactos, sabemos cómo se maneja el gremio y si la jueza lo dictamina, hay gente que está dispuesta a ayudarnos”, aseguró y, por eso, reiteró: “Necesitamos que se dictamine la continuidad laboral”.
El conflicto comenzó en el mes de abril cuando “la patronal empezó a pagar fuera de término los salarios o dejó de pagarlos” e “hizo un vaciamiento”, según denunció el delegado, es decir, que “el dueño de las tres empresas, Carlos Delpina, quiere dejar de trabajar con Agroindustrias Madero para dedicarse al negocio del biodiesel y dejar 110 personas en la calle” completó.
Delpina cuenta con tres empresas: Molinos Navarro, Agroindustria Madero y BioMadero. El predio es de Molinos Navarro, compañía que le alquila la locación a la segunda y, a su vez, Agroindustria Madero le alquila una parte del lugar a la tercera. De esta manera, el dinero pasa de una entidad a la otra y llega siempre al mismo dueño.
En esta misma línea, Lijó detalló que realizaron denuncias a causa de “varias irregularidades de la empresa, como la falta de pago de los salarios, de las obras sociales, de los aportes y la ausencia de la ART en el trabajo”.
“En cuanto a los términos legales, el sindicato hizo lo posible y nos acompañó y, en este momento, gracias a ellos, que están pidiendo colaboración en las demás fabricas aceiteras y haciendo colectas para ayudarnos, intentamos paliar esta situación que es insostenible”, cerró el delegado.
Los trabajadores, por ahora, continuarán tomando la fábrica y a la espera de que la Justicia y el Ministerio de Trabajo les brinde las herramientas necesarias para convertirse en una cooperativa.