Alertan sobre el estado de un recurso clave para producir alimentos
El 75 por ciento de los cultivos se benefician por la acción de los polinizadores, insectos que llevan el polen de una flor a otra. Un estudio evidenció que la implementación del monocultivo o el uso de pesticidas actúan en detrimento de estos animales. Generan graves consecuencias productivas y ambientales.
Sebastián Alonso (Agencia CTyS-UNLaM) - Los polinizadores son animales, principalmente insectos, que se encargan de transportar y favorecer la unión del polen de los gametos masculinos de una flor al órgano femenino de otra. Principalmente las abejas, pero también los colibríes y hasta los murciélagos, pueden llevar a cabo esta función a través de la cual estimulan la producción de frutos y semillas cosechadas.
A partir de recopilar información científica relevante acerca del estado de este recurso en el mundo, la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas(IPBES) elaboró un documento, confeccionado con el aporte de 67 investigadores de diversos países entre los que figuran dos miembros del CONICET, que describe la situación.
En diálogo con Agencia CTyS-UNLaM, Lucas Garibaldi, ingeniero agrónomo y coordinador de uno de los seis capítulos del proyecto, explica que la ausencia de polinizadores reduce la producción de cultivos y trae aparejado un impacto ambiental muy grande debido a que, al generarse menor rendimiento por hectárea, se tiende a expandir el sembrado y tener que utilizar más tierra.
La necesidad de satisfacer los niveles de producción lleva a desforestar más hábitats naturales, lo que perjudica más al medio ambiente y, en consecuencia, actuando como un círculo vicioso, a la diversidad de los insectos polinizadores.
El trabajo con monocultivos, al dejar grandes espacios sin cobertura, es otra de las prácticas que afectan a estos vectores ya que, para alimentarse y nidificar, necesitan diversidad de aminoácidos y plantas. El uso indiscriminado de pesticidas también se vuelve nocivo, detalla Garibaldi, porque no solo matan a las especies malignas que se “comen” lo sembrado sino que también eliminan a las benignas, como las abejas y otros insectos que transfieren el polen a las flores.
El arroz es uno de los pocos alimentos cuya producción no se ve afectada por el accionar de los polinizadores. Sin embargo, el 75 por ciento de los cultivos más importantes del mundo se ven beneficiados en alguna medida por la fecundación promovida por los animales.
Recientemente, en un congreso celebrado en Kuala Lumpur, representantes de 124 naciones, entre los que se incluye Argentina, discutieron y aprobaron por unanimidad el documento elaborado por IPBES, una plataforma internacional avocada a la promoción de la biodiversidad y los servicios ambientales. Garibaldi afirma que una parte del informe consiste en un resumen destinado a los tomadores de decisiones de los países y ahora espera que lo utilicen para el desarrollo de legislación.