La UNLaM reflexionó sobre la evaluación en prácticas de enseñanza
La jornada contó con los expertos en educación Jorge Steiman y Marisa Bolaña, quienes ahondaron en distintas prácticas para mejorar la evaluación ante los docentes y directores de escuelas que participaron en el Patio de las Américas.
Dirigida a docentes y directores de escuelas secundarias y de educación superior, la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) llevó a cabo la jornada de reflexión “La evaluación en las prácticas de enseñanza”, en el marco del programa Nexos, mediante el cual se articula el ingreso a la Casa de Altos Estudios con las escuelas de la región.
Al respecto, la directora de Pedagogía Universitaria, Jorgelina Monti, ponderó “el diálogo y el intercambio que permiten estos encuentros”, habida cuenta de que el objetivo radica en que cada año “puedan ingresar más chicos a la Universidad y permanecer en ella”.
En este sentido, el especialista Jorge Steiman dejó en claro que la práctica de la evaluación “demanda una intervención moralmente buena, es una práctica ética y está en juego la justicia”. Por lo tanto, sugirió a sus colegas “no desviar el sentido de la enseñanza”, de modo tal de no contraponer el aprobar con el entender los contenidos dictados en una clase, puesto que, en varias ocasiones, “está en juego el relato de los contenidos versus el trabajo cognitivo”.
Asimismo, y a lo largo de su trayectoria por aulas e instituciones de todos los niveles, Steiman remarcó que el docente debería evaluar del mismo modo que enseña, porque, de lo contrario, el estudiante no aprende en la clase del modo en que posteriormente será evaluado y, por ende, “no es justo porque no lo trabajó cognitivamente”.
También, el docente aconsejó que las calificaciones que se otorgan con las evaluaciones sean acompañadas con una intervención y señalamiento de su profesor, de modo tal de reorientar el estudio de los alumnos que cometieron errores y, en consecuencia, que esa nota tenga una devolución para que comprenda qué debe mejorar para la próxima instancia.
Por otro lado, Steiman remarcó que el profesor debe “enseñar a analizar, a comparar, porque, si no, al alumno, no le sale solo”, aunque, no obstante, la tecnología puede servir para “compensar déficits” en cada asignatura, puesto que existen tutoriales vinculados a campos disciplinares que puedan ayudar en los procesos cognitivos diferentes que tiene cada uno.
Luego, su par Marisa Bolaña explicó que la evaluación no puede ser relegada solo “a un momento preciso y acotado” ya que deben construirse “prácticas contextualizadas para una educación inclusiva y de calidad”, habida cuenta de que “la decisión que se toma generan efectos en las trayectorias de los alumnos”, debido a los juicios de valor generados en esa instancia.
Dentro de su ponencia, Bolaña coincidió con Steiman en que no se puede pensar en las prácticas de evaluación como algo separado de las prácticas de enseñanza, y, en consecuencia, instó a los docentes que asistieron al Patio de las Américas a tener creatividad, suspender los juicios totalizantes y valorativos y formularse preguntas para encontrar las limitaciones a diario.