Fernán Mirás: "No es común hacer ficción de época"
El actor integra el reparto de la telenovela "Argentina, tierra de amor y venganza". Se refirió a la particular composición de su personaje en la tira y la vigencia de las problemáticas que se abordan. Su participación en "El mundo de Mateo" y en el espectáculo teatral "Terapia Amorosa".
Suena la canción "Cien años", de Abel Pintos, y un nuevo capítulo de Argentina, tierra de amor y venganza, comienza en la pantalla chica. La exitosa telenovela, que se emite de lunes a viernes a las 21.30 por El Trece, invita a los televidentes a viajar a la década iniciada en 1930.
Entre los diversos escenarios en los que se desarrolla la historia, se encuentra el burdel Varsovia, a cargo del malvado Samuel Trauman, personificado por el actor Fernán Mirás. Allí, el rufián integra una red de trata que maneja prostíbulos de todo el país y explota a chicas traídas de Europa de manera engañosa. Entre ellas, se encuentra la polaca Raquel, interpretada por Eugenia "China" Suárez, de quien está enamorado a pesar de que ella lo rechaza y confronta, lo que genera la furia de Trauman.
¿Cómo es la composición del villano?
Es muy divertido, porque me parece que, de los malos que puede haber, es un malo que está bastante loco, lo cual lo vuelve muy interesante para actuar. Trauman está así desde el primer capítulo y es muy contradictorio, es un tipo al que no sabés si lo amás o lo odiás. Hay cierta impunidad en él que, en un punto, resulta atractiva; parece que no le afecta ni le importa nada, pero, de repente, hay otras cosas mínimas que lo pueden hacer sufrir; es muy interesante cómo oscila.
Hay problemáticas que aborda la ficción que siguen vigentes…
Sí, hay cuestiones de esa época ya no son así y otras que siguen. La trata sigue siendo un problema hoy, lo cual parece increíble. El otro día, veía un capítulo en donde uno de los personajes hablaba de lo que les hacían a estas mujeres y cómo podía ser que la policía y el poder judicial no hicieran nada, y decís 'Aún sucede'.
¿Cómo se vive participar en una superproducción de época?
Es muy interesante porque, como actores, en Argentina, no es muy común tener la posibilidad de hacer ficción de época, no pasa muy seguido porque es algo caro. Además, me da mucha alegría que el canal y Pol-ka hayan apostado a un proyecto de este estilo, con todo lo que eso implica, con los tiempos de grabación, que no son los de una tira convencional, ya que grabamos cada escena más tiempo del habitual.
También se te puede ver en El mundo de Mateo, que se emite por la Tv pública…
Sí, me gustó mucho la idea de que hiciéramos una serie, porque la gente se ha volcado mucho a ver series y siempre pienso que hay veces en que uno quiere ver reflejada su idiosincrasia en un formato que está habituado a ver, pero de otros países.
¿Cómo es interpretar al padre de un joven acusado de un crimen?
La situación de mi personaje es bastante difícil porque, si mi hijo es inocente, está la desesperación de querer demostrarlo, pero si llega a ser culpable, no sé cómo defenderlo y, además, significa que algo hice mal como papá. De alguna manera, la serie me hizo pensar en cuántas veces vi padres de chicos acusados o condenados y es muy compleja esa situación; te das cuenta de que no saben qué decir, si piden perdón por sus hijos, o si los defienden, es una encrucijada.
En teatro, hacés Terapia amorosa, ¿cuál es tu vínculo con la disciplina?
Hice muchos años, creo que 25 y, para mí, es útil, pero, a cada cual le puede servir, o no. Siempre tengo una sensación rara, y es que ganas tiempo con la terapia porque, por ahí, hay cosas que te llevarían más tiempo resolver. Entonces, tener a alguien que se ocupa de pensar con vos es útil. Lo que pasa es que el psicólogo que hago en la obra tiene más problemas que los pacientes y, además, ellos lo vuelven loco (risas). Lo que más me gustó es que el analista tiene un conflicto que invade la terapia y pasa a ser cuestionado como profesional.
Para agendar
Terapia amorosa se presentará el 6 de julio en el Teatro Don Bosco, Avenida de Mayo 1.902, Ramos Mejía. A las 21.30.