Verónica Llinás y Darío Barassi: la risa como método de expresión

De la mano de Verónica Llinás y Darío Barassi, la risa en el público está asegurada. Es que ambos son los encargados de protagonizar la versión argentina de Carcajada Salvaje, la exitosa creación del dramaturgo estadounidense Christopher Durang, ganador de un premio Pulitzer. Tras haber pasado por España y Nueva York, este homenaje al teatro del absurdo se encuentra en la cartelera del teatro Multitabaris y se destaca función a función. “Es un hermoso desafío”, señalaron a El1 los actores.

¿Cuál es la propuesta de la obra?

Darío Barassi: Es una comedia que va al hueso, que duele, con un texto muy potente. Te vas a reír, hasta que te des cuenta de que estamos hablando de vos mismo y, en ese momento, quizás, te angusties. Es un encuentro muy simple entre dos personas en un supermercado y eso genera en ellos muchas controversias y preguntas sobre ellos mismos, al punto de que se plantean quiénes son, por qué están en el lugar que están y por qué actúan de esa manera. Está estructurada con dos monólogos, que requieren mucha entrega de cada uno, y un tercer acto común, que se da en una suerte de espacio onírico donde intentarán darles soluciones a las dificultades del ser humano.

Verónica Llinás: Son dos rotos (risas). Dos personas que tienen problemas para relacionarse con los demás y consigo mismos. Yo creo que el humor es la forma de que lleguen un montón de ideas y de cuestionamientos que, de otra manera, serían insoportables. Se habla de la soledad, de la mente humana, es decir, es inmensa la cantidad de temas que pasan por la obra. El objetivo estaría cumplido si el espectador se va pensando en ciertas cosas y, lógicamente, habiéndose divertido.

¿Cómo es el trabajo con la directora? 

V. L.: Nos sentimos fantásticamente con ella. Es una persona de excelente trato y sumamente inteligente, alguien con quien da placer trabajar porque se puede hablar. Es una directora que no se siente interpelada si alguien tira una idea; es abierta, quiere trabajar con lo que propone el actor, y esa es una situación inmejorable para cualquier actor. Además, es efectiva y resolutiva, y nos facilitó todo durante la dinámica de armado de la obra.

¿Qué diferencias básicas encuentran con respecto al trabajo que hacen en redes sociales?

D. B.: La diferencia primigenia y fundamental es que lo que hacemos cada uno es de autoría propia. Acá, hay un autor y nosotros somos vehículos de algo que quiso decir otra persona. Entonces, hay que pasarlo por el cuerpo, hacerlo propio y devolverlo porque, si no, se falsea. Además, en las redes, entran en juego herramientas como la edición, el sonido, el impacto y la repercusión. Uno ya tiene un público determinado que lo sigue y quiere gustarle a ese público que ya consume lo que uno le da. En el teatro, no se busca nada de eso.

¿Cuáles son sus próximos proyectos artísticos?

D. B.: En Semana Santa, volvemos con Aladdín, Será Genial al Gran Rex. El año pasado, fue un fenómeno que convocó muchísimo público y creemos que aun hay gente que no la pudo disfrutar. No tenía nada que dudar cuando me lo ofrecieron (risas). Y voy a hacer una serie chica, producción de Story Lab, compartiendo elenco con Julieta Zylberberg, Esteban Pérez y Belén Chavanne. Es sobre asesinatos, va a tener una temática bastante oscura.
V. L.: Una vez que termine la obra, voy a hacer una película, de la cual todavía no tengo demasiados detalles, y voy a encarar, finalmente, un unipersonal en el que repasaré todos los personajes que hago en mi cuenta de Instagram. Además, tenemos ganas de reflotar Ping Pong con todo el equipo. Fue la primera obra que dirigí y lo disfruté mucho.

Tener en cuenta

Carcajada Salvaje se encuentra en la cartelera del teatro Multitabaris, ubicado en Avenida Corrientes 831, Capital Federal. Se puede ver los lunes, miércoles, jueves y viernes a las 20, los sábados a las 21 y a las 23 y los domingos a las 19.