“Hemos dado una gran batalla”, manifestaron desde el Colegio de Farmacéuticos del Oeste

La Corte Suprema falló en contra del desembarco de los locales de la empresa Farmacity en los municipios bonaerenses y no permitió que se modifique la ley que indica cómo deben distribuirse las farmacias, con lo cual la medida fue celebrada por el Colegio de Farmacéuticos de Morón, Ituzaingó y Hurlingham.

En diálogo con Radio Universidad, la presidenta de la institución, Elena Pott, manifestó: “La verdad que estamos muy satisfechos, muy contentos, hemos dado una gran batalla y creo que se hizo justicia. Además, no tocaron la ley que marca que las farmacias deben distribuirse en forma racional para que el paciente tenga acceso a sus medicamentos en toda la provincia”.

Y añadió: “Estamos agradecidos con todos los que nos apoyaron, a los legisladores, profesionales de otras instituciones, a los Concejos Deliberantes, a los intendentes de los tres municipios que represento, Juan Zabaleta en Hurlingham, en donde se firmó el primer proyecto de resolución que impedía la apertura, Alberto Descalzo en Ituzaingó y el año pasado, Lucas Ghi en Morón”.

Con respecto a la aplicación de las dosis contra el COVID-19, explicó que le ofrecieron sus servicios a los jefes comunales para que los vecinos puedan inocularse: “Somos manos vacunadoras que estamos altamente calificadas porque siempre hemos aplicado vacunas, pueden tenernos en cuenta si necesitan profesionales para poder cumplir con toda la gente”.

En cuanto a los trabajadores de la institución destacó que gran parte de los farmacéuticos ya se encuentran vacunados por haber sido uno de los primeros grupos en acceder a la inmunización. Sin embargo, expresó: “Todavía quedan algunos que por cuestiones particulares, como enfermedades, aun no pudieron acceder, o empleados que son muy jóvenes, pero la gran mayoría se encuentra con al menos una dosis”.

Además, destacó la importancia de que los vecinos compren los medicamentos en manos de profesionales para saber que estos fueron bien conservados y trasladados, porque de lo contrario, “en vez de sanar pueden dañar”, remarcó.

“En la farmacia de barrio estamos cerca de nuestra gente, estamos para que nos consulten, enseguida sabemos si tenemos que derivar, o si podemos dispensar algo de venta libre y a dónde tenemos que sugerir que se dirijan, si es a la salita, al hospital, si el paciente tiene que realizarse un estudio, siempre orientamos, por eso es importantísimo que confíen en nosotros”, finalizó.