Default del campo, tipo de cambio, caída industrial y una economía que no levanta

Por Juan Carlos Latrichano*

En este presente económico, la pregunta es cómo se hace para crecer con los disparadores para decrecer. Porque, entre otras cosas, el tipo de cambio favorece la salida de argentinos al exterior y abarata los productos extranjeros, al tiempo que encarece lo interno.

Entonces, hay que modificar el tipo de cambio o pedir a los empresarios que bajen los precios. El Gobierno se inclina por la segunda alternativa, pero es una alternativa que constantemente ha fallado. Falló durante el proceso militar, durante el menemismo y ahora. Parece que el campo entró en default y hoy leemos que los industriales también están mal. A esto, el Gobierno dice que hay que adaptarse y que, el que no se adapta, que se muera.

Creo que hay un deterioro que se va a identificar y puede llegar un golpe electoral porque el default del campo no es menor. El campo está pidiendo claramente que se elimine el impuesto a las exportaciones. Y, si el Gobierno hace esto, deteriora el superávit fiscal.

Esta es una política económica que va en contra de los intereses nacionales y claramente acciona hacia la baja de la producción. Esto tiene que ser modificado con la política. La realidad es muy preocupante porque el Gobierno mueve todas sus fichas a la apuesta antiinflacionaria, pero, claramente, se ve una falta de inflación en el marco de un parate. En un contexto de parate, es más fácil dominar los precios.

También es cierto que Javier Milei no cumplió con sus promesas de campaña: había dicho que iba a reventar el Banco Central, que iba a dolarizar y que no iba a aumentar impuestos. Y cada dos por tres sube el combustible porque sube el impuesto, por ejemplo.

Inflación y un dato engañoso

En su primer año, este gobierno, porcentualmente, emitió más que la gestión de Alberto Fernández en 2023. Sin embargo, la inflación de Fernández fue superior a la de Milei. Esto se explica por la velocidad de circulación del dinero, es decir, cuanto el dinero más se mueve, más se aceleran los precios. Y el dinero se mueve cuando hay desconfianza.

En 2023, la sequía hizo que la gente comprara dólares por las subas. Pero, en 2024, por la falta de dinero, la gente vendió dólares, lo que explica por qué los precios subieron menos. Esto no quiere decir que se cerró la maquinita; al contrario, se está emitiendo más.

Lo malo es que economistas no heterodoxos coincidimos con economistas ortodoxos como Domingo Cavallo. Cuando el diagnóstico coincide con el de una persona que está en la vereda de enfrente, ya hay algo que no se puede tapar. Y eso es preocupante.

*Economista y docente