“La industria metalúrgica está mal porque está frenada la importación”, afirman

La actividad económica atraviesa un momento muy malo, con indicadores negativos en casi todos los sectores, como el industrial. Pero, dentro de este espectro, la metalurgia parece ser uno de los más afectados, ya que, según la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la metalurgia cayó un siete por ciento interanual en octubre.

Pero eso no es todo, ya que, en la comparación mensual, la baja es del 0,2 por ciento. Y la provincia de Buenos Aires cayó por encima del porcentaje interanual, con un 7,8. A esto se suma que el uso de capacidad instalada en el rubro también cae, siendo de solo el 50,3 por ciento en octubre, lo que equivale a una disminución de 5,6 por ciento en igual mes del 2023.

Y la situación a nivel local no es mejor. Porque, en diálogo con El1, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica matancera, Esteban Cabello, afirmó que “la industria metalúrgica está mal porque está frenada la importación”. “Están trayendo materia prima de afuera y materiales terminados, lo que es línea blanca está cada vez peor”, aseveró.

En ese sentido, advirtió: “Las empresas están tratando de sobrellevar la situación, pero va a llegar un momento en que ya no sepamos de qué disfrazarnos”. “La situación está cada vez peor. Necesitamos encontrar una solución, pero, sin solución política, no hay solución gremial”, aseguró.

Además, habló de las bajas que se están observando en la metalurgia: “Estamos registrando despidos. Los empresarios están especulando con despedir porque les está bajando la rentabilidad. Hay mucha especulación empresarial”. “Se está despidiendo sin causa y se reducen jornadas. En La Matanza, tenemos alrededor de un 20 por ciento de despidos”, denunció.

“Estamos en un momento muy difícil, en que la cámara no entra en razón de que, si los empresarios están mal, los trabajadores están peor”, cuestionó, y concluyó: “El trabajador no puede estar mal y no comer. Un metalúrgico está ganando 500.000 pesos de bolsillo por una jornada completa, es decir, no llega a cubrir el plato de comida de un mes”.