Las autoridades buscan descomprimir la tensión por las tomas de tierras
El Presidente Alberto Fernández se refirió a la cuestión y convocó a los distintos sectores a encontrar herramientas para sobrellevar la problemática. En La Matanza, señalan que se trata de hechos organizados, motorizan acciones judiciales y esperan poder articular medidas con la Provincia y la Nación.
El conflicto por las tomas de tierras en el Conurbano bonaerense no cede y la escalada en la conflictividad social hizo que, a fines de la semana pasada, los intendentes oficialistas de la Tercera Sección Electoral de la Provincia -que La Matanza integra junto a otros 18 municipios- salieran a sentar postura en un comunicado conjunto en el que le reclamaron una reunión al Gobernador, Axel Kicillof, condenaron las usurpaciones por considerarlas un delito y pidieron que “la urbanización” sea “una política de Estado” incentivada desde la Nación y la Provincia.
El Presidente Alberto Fernández también se refirió a la problemática. “La ocupación no es algo legalmente permitido. Uno puede encontrar argumentos del momento de mucha gente que padece y yo creo que nadie está contento de poner una carpa en el medio de un campo para poder pasar la noche. La ley lo prohíbe, efectivamente, pero tenemos que ver un poquito más allá de eso y encontrar cómo atendemos al problema habitacional de la gente que se ha quedado sin casa y no tiene dónde encontrar reparo”, analizó el jefe de Estado, al apuntar a las dos caras del problema: la ilegalidad de las ocupaciones y el derecho al acceso a una vivienda digna.
Las tomas, acá
La Matanza es uno de los epicentros de la problemática. Según pudo registrar El1 Digital, hay, al menos, cinco tomas activas de distintas dimensiones. Mediante sus redes sociales, el intendente Fernando Espinoza reclamó “que la Justicia intervenga para hacer cumplir la ley” y apuntó contra “los inescrupulosos que hacen, de la desigualdad, un negocio”. También, consideró que “la justicia social es el camino efectivo para evitar estos conflictos”. En esa misma línea se pronunció, días atrás, el secretario de Gobierno comunal, Gustavo Dutto. “Aquí, se juntan varios factores. Uno podría decir que esto tiene que ver con un problema social en cuanto a la necesidad de techo. Pero, cuando se producen en forma simultánea, resulta, por lo menos, llamativo”, planteó.
“Sabemos que hay gente que tiene necesidades, pero también hay otras intencionalidades. No es casual que, en menos de cinco días, hayamos tenido ocho tomas. El 90 por ciento no son espontáneas ni surgen de vecinos con necesidades”, dijo uno de los funcionarios del gabinete. “Está fogoneado. Le venimos dando intervención a la Justicia y, en otros casos, mediamos para bajar el nivel de conflictividad. La posición del Municipio es no aceptar ninguna toma, pero sí, el reclamo y el pedido ante las necesidades habitacionales, a las que podremos atender cuando tengamos posibilidades serias y claras de dar una respuesta”, sintetizó el mismo integrante del Ejecutivo.
Las tomas en La Matanza
Según pudo registrar este medio, eran, al menos, cinco las tomas activas en el Distrito, entre las que se encuentran: un predio ubicado entre las calles Peribebuy y Figueroa Alcorta, en San Justo; otro ubicado en la cooperavita El Palmar, en Gregorio de Laferrere; las viviendas del predio de la ACuMaR, ubicadas en las calles Sanabria y Zelada, en González Catán; otro predio ubicado en las cercanías de la Unidad Penitenciaria Nº 43, en González Catán; y una zona de la Reserva Natural de Ciudad Evita.
Kicillof recibió a los intendentes que reclamaron por las tomas de tierras
“Las usurpaciones no solo son ilegales, sino que, además, producen situaciones injustas”, dijo el Gobernador Axel Kicillof tras el encuentro. A principios de la semana pasada, cuando se había referido por primera vez al tema, la lectura fue un tanto diferente: había remarcado que hay una "necesidad" que "es innegable" para acceder a viviendas dignas y considerado que “tiene que haber una respuesta del Estado” para paliar el déficit habitacional, sin referirse a la afectación de la propiedad privada.