El durísimo momento de la Cooperativa El Palmar: “Nosotros venimos en pandemia hace rato”
Así lo expresó a este medio Ana María Ariza, cooperativista de la productora de ladrillos ubicada en Gregorio de Laferrere, a la que le cortaron los servicios de luz y de agua como consecuencia de los tarifazos durante el macrismo. “Algunos compañeros cobraron el IFE, la mayoría hace changas para subsistir”, afirmó.
A poco más de cinco meses de aislamiento social por el coronavirus, alrededor de dos mil industrias ya funcionan en La Matanza y, en forma paralela, comenzó la reapertura comercial gradual, por lo que muy pocos rubros, aun, no pudieron reabrir sus puertas. Y la situación de las cooperativas, en este contexto, es diversa.
Una de las que, probablemente, pasa por una situación más delicada en este contexto es la Cooperativa El Palmar. Porque la productora de ladrillos ubicada en Gregorio de Laferrere está sin poder producir desde mucho antes del COVID-19. “Nosotros venimos en pandemia hace rato”, expresó a El1 Digital Ana María Ariza, cooperativista del lugar.
La cooperativa está imposibilitada de trabajar debido a que, a fines del 2018, le cortaron los servicios de luz y de gas como consecuencia de los tarifazos en los servicios básicos, uno de los sellos del macrismo en cuanto a política energética económica: “Retomar la producción es, casi, imposible”.
“La luz que se utiliza es trifásica, debe tener una conexión perfecta, y los hornos usan una cantidad importante de gas. Para esto, se necesita mucha plata”, indicó y especificó que, hace dos años, cuando les cortaron la luz y el gas, “la deuda, únicamente de luz, llegó a ser de unos cuatro millones de pesos”.
Por eso, la cooperativa necesita llegar a algún arreglo, ya que no le alcanzaría con estar exceptuada en el marco del coronavirus para retomar su actividad: “Debería haber una condonación de la deuda o algo por el estilo. Estamos buscando alguna solución, pero todo se dilata y es más difícil durante la pandemia”.
Changas para subsistir
Ante este difícil escenario, Ariza señaló que los 60 trabajadores del lugar “sobreviven con changas que realizan”. “Algunos pusieron un lavadero de autos, estacionamiento particular o parrilas, eso permite que sobrevivan”, añadió.
No obstante, mencionó que, más allá de estos rebusques, varios trabajadores pudieron acceder al Ingreso Familiar de Emergencia y algunos menos al pago del Sueldo Complementario, ambas medidas ofrecidas por el Gobierno nacional ante la pandemia. “Necesitamos ayuda, la situación del lugar es catastrófica”, concluyó.