Violencia de género en el deporte: “El violento no se hace de un día para el otro, se va gestando”

Cynthia Inger, psicóloga clínica especializada en deporte, analizó la condición de “ídolos” de los deportistas y las libertades que esta etiqueta genera, y las denuncias por violencia de género contra futbolistas consagrados.

En las últimas semanas, la causa por violencia de género contra el exfutbolista Néstor Ortigoza inició un debate que, lamentablemente, suena familiar. Luego que su expareja lo denuncie por agresiones físicas y verbales, y que la comisión directiva de San Lorenzo exija su renuncia, especialistas analizaron la condición de “ídolos” de los deportistas y las libertades que esta etiqueta, en algunos casos puntuales, pueden generar.

“Culturalmente, uno le hace creer a otras personas que están en un lugar donde parecen intocables y que son impunes a cualquier sanción que a otra persona le caería como si fuera común. La condición de ídolo lleva al deportista a creer que tienen prioridad o más derechos que otros”, consideró Cynthia Inger, psicóloga clínica especializada en deporte, en comunicación con Radio Universidad.

Asimismo, explicó que este fenómeno se vincula con lo que la sociedad en sí le hace creer a aquellos deportistas. “La dificultad de poder separar los logros de la persona va más allá del deporte, pero en este ámbito queda muy manifiesto porque cualquier chico juega tres partidos bien y al día siguiente ya es un ídolo. Se lo pone en un lugar donde su personalidad, tal vez, no está preparada para sostenerse ahí”, agregó.

La violencia de género y la idolatría a los deportistas

En este contexto, Inger aclaró que una persona no se hace violenta solo por el hecho de ser deportista. “El violento no se hace de un día para el otro, sino que esa violencia se va gestando a lo largo de su vida”, aseguró. De esta manera, personalidades violentas junto con idolatría por parte de la sociedad, puede generar un “combo explosivo”.

“Este es el caso de Ortigoza, quien cree que tiene derecho a golpear a su pareja y decir ‘¿sabés quién soy yo?’. Esto en el mundo del deporte se ve un montón, y en el ámbito del fútbol hay mucho machismo, es una característica que lo atraviesa”, lamentó. Si bien diversos comentarios que en su momento eran aceptados ahora son considerados fuera de lugar, para Inger el mundo del fútbol “es un terreno difícil”.

“Ahora hay muchas mujeres en este deporte, pero los comentarios machistas y la violencia de género persisten. Los chistes y los comentarios que refieren a la mujer cual objeto sigue siendo un código entre reuniones de hombres, y el mundo del fútbol no está del todo actualizado”, consideró.