Agosto, mes de las infancias: la ESI como motor de derechos

Tan cuestionada como defendida, la Educación Sexual Integral atraviesa el amplio abanico de los derechos que cada niño, niña y adolescente debería gozar en el mundo.

Agosto infancias

Agosto es, para muchas entidades, referentes del área y profesionales, el mes de las infancias. La intención de extender el día celebrado de manera internacional el tercer domingo del mes está atravesada por el objetivo de otorgar diferentes perspectivas a los derechos de los cuales gozan, o deberían gozar, todos los niños, niñas y adolescentes.

Proteger su vida, respetar su origen, tener un nombre, realizar deporte y preservar su imagen son tan solo algunos de los derechos que abrazan a cada menor de edad. En el último tiempo, un amplio debate se formó en torno a otro de los tópicos que para unos forma parte de un derecho y que para otros podría perjudicar el desarrollo de los infantes.

La Educación Sexual Integral (ESI) se abrió camino con el correr del tiempo y, junto con su repercusión, también tuvo un importante rechazo por parte de determinados sectores. Sin embargo, para Daniela Paiva, profesora en Psicología y Ciencias de la Educación, la transformación se gestó en 2020, junto con el cambio del nombre del Día de las Infancias.

Y es que, antes de ese año, la fecha era celebrada como “el Día del Niño”. “Pensar en el niño no refleja la diversidad y las heterogéneas experiencias de las niñeces. En realidad, las niñeces son plurales y hay que respetarlas y valorarlas desde esa diversidad, que con el ‘Día del Niño, no se visibiliza”, explicó Paiva a El1.

De esta manera, el cambio de nombre trae consigo “una dimensión simbólica” que implica pensar o posicionarse desde un “enfoque de derechos con perspectivas de género y diversidad” que puedan “respetar la diversidad” en las vivencias de la niñez. “Lo que no se nombra, no existe. Pero el lenguaje y las palabras que utilizamos para nombrar, y nombrarnos, son la forma en que entendemos el mundo”, reflexionó la especialista.

Este cambio se enmarca en un contexto histórico, social y cultural puntual. A nivel nacional, ese clima se gestó con las luchas feministas, que vieron su pico en 2018, y la aprobación de leyes como las de Matrimonio Igualitario, DNI no binario o la 26.150 de Educación Sexual Integral.

Todo eso forma parte de las “transformaciones y avances” que lograron un correlato en el terreno de lo simbólico del lenguaje. La diplomada y especialista en ESI planteó: “Pensar y nombrar, o dejar de nombrar el ‘Día del Niño’ y llamarlo ‘Día de las Infancias’, tiene que ver con la mirada que nos aporta la ESI de reconocer, respetar y valorar la diversidad en todos sus aspectos”.

La ESI, ¿una enseñanza puramente corporal?

Aunque sea vista o percibida como un tipo de enseñanza que se ata, estrictamente, a la sexualidad corporal de los niños, niñas y adolescentes, en realidad, la ESI atraviesa las perspectivas biológicas, psicológicas, de género, sociales, afectivas y hasta éticas.

“La Educación Sexual Integral es un derecho educativo que potencia el acceso a otros derechos, como a la salud, a la información o al cuidado del propio cuerpo. Es importante entender que, cuando nos referimos a la sexualidad, esta perspectiva excede ampliamente la noción de genitalidad o relación sexual”, aclaró la docente de instituto superior en La Matanza.

Además, Paiva señaló: “Hay determinados contenidos que se trabajan en el nivel inicial, otros en primario, otros en secundario y otros en superior, de acuerdo a las características del sujeto educativo. Es fundamental sostener y defender la ESI en las instituciones educativas, tanto de gestión estatal como privada. Esto es lo que permite que un niño, niña o adolescente pueda constituirse desde una perspectiva libre y con la garantía de derechos que merece”.