Comprueban que las olas de calor reducen la fertilidad masculina
Así lo reveló un estudio de especialistas del CONICET que entrecruzó datos de análisis de espermatozoides de cerca de 55 mil hombres en la Ciudad de Buenos Aires y del Servicio Meteorológico Nacional entre 2005 y 2023.
Especialistas del CONICET demostraron que la exposición prolongada a olas de calor reduce la fertilidad masculina, afectando a la cantidad de espermatozoides. A ese resultado se llegó mediante el entrecruzamiento de datos de análisis de semen de cerca de 55 mil hombres, entre 18 y 60 años, de la Ciudad de Buenos Aires y del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) entre 2005 y 2023.
En ese período se registraron un total de 124 días con olas de calor, definidas como aquellos con al menos tres días consecutivos con temperaturas máximas y mínimas superiores a los 32,3 y 22 grados respectivamente.
“Nuestro análisis reveló que aquellos hombres expuestos a olas de calor durante el desarrollo de sus espermatozoides (tres meses previos a la obtención de la muestra de semen) mostraron un menor número de espermatozoides y una morfología normal disminuida en comparación con aquellos que no estuvieron expuestos durante ese período”, contó Mónica Vazquez-Levin, coordinadora del estudio, a Prensa CONICET.
El calor y la producción de espermatozoides
Según los especialistas, diversas condiciones que inducen estrés térmico se asocian con una disminución de la calidad del semen evidenciado por la presencia de alteraciones en sus indicadores: “Ejemplo de ello son ciertas condiciones clínicas, como el varicocele y la obesidad, así como situaciones socioambientales de exposición prolongada a altas temperaturas, como se observa en ciertas tareas laborales (soldadores, panaderos, herreros) y durante la temporada de verano”.
En promedio, los hombres no expuestos a olas de calor tuvieron unos 65 millones de espermatozoides móviles. En cambio, los expuestos tuvieron alrededor de 58 millones. “Nuestros hallazgos destacan la importancia de considerar los factores climáticos, en particular las olas de calor, en el contexto de la salud reproductiva masculina. Solo mediante el trabajo articulado entre los ámbitos científico, asistencial y de políticas sanitarias podremos enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático”, concluyó.