Con la posibilidad de un regreso a un aislamiento estricto, el Presidente recibió a Kicillof y Larreta
Si bien no hubo una definición, las posturas respecto a la administración de la cuarentena entre la Provincia y la Ciudad se habrían acercado.
A una semana del vencimiento de la prórroga del aislamiento social, preventivo y obligatorio en curso en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y con la atención puesta en el incremento de casos y la ocupación de camas en el sistema sanitario, el Presidente Alberto Fernández recibió este lunes, en la Residencia de Olivos, al Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Durante el encuentro, que se extendió por más de dos horas, el primer mandatario analizó, junto a los Ejecutivos de la Provincia y la Ciudad, la evolución de la pandemia en la zona más comprometida del país. Por estos días, ante la escalada de la circulación comunitario del virus, el aumento de contagios y la advertencia por un posible colapso del sistema sanitario, el Gobierno busca acuerdo antes de tomar una decisión respecto a restringir la medida en la próxima etapa de la cuarentena, que comenzaría el próximo 28 de junio.
Si bien las autoridades sanitarias de las tres administraciones no participaron del encuentro, volvieron a expresar su preocupación por la ocupación de camas, sobre todo, de cuidados intensivos. En este sentido, desde la Provincia, la postura sigue siendo clara respecto a la necesidad de retroceder de fase para evitar que la situación se complique: “Con esta tendencia, aproximadamente en 20 o 30 días colapsa el sistema de Salud bonaerense”, advirtió el viceministro Nicolás Kreplak, y aseguró que se transita “la peor parte del ascenso y hay que tomar medidas para reducir la circulación y bajar la cantidad de los casos”.
“Siempre dijimos que, con la misma determinación que uno podía abrir un poco, si veíamos que la situación se desmadraba, había que poner un freno”, recordó el ministro Daniel Gollán al tiempo que anticipó: “No nos va a temblar el pulso en la decisión que tomemos, porque vamos a corregir una situación para coronar de la manera más exitosa posible este esfuerzo que hemos hecho. La intención es que esta crisis produzca el menor daño posible, en términos de muertes”.
Por su parte, las autoridades nacionales de Salud también se refirieron a la posibilidad de regresar de fase y proteger a los ciudadanos de que se contagien de COVID-19, para poder dar una respuesta eficiente por parte del sistema sanitario. La secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, expresó en la mañana de este lunes que volver a la fase uno en el AMBA “sería para detener la circulación y organizarnos”.
En tanto, el ministro de Salud nacional, Ginés González García, que participó de la donación de 50 respiradores fabricados en Córdoba para la Superintendencia de Servicios de Salud, declaró que “la diferencia con el principio de la pandemia, cuando el virus venía en avión, es que hoy está corriendo y la capacidad de contagios es infinitamente mayor”. En esa línea, manifestó la necesidad de hacer “mejor las cosas”. “Venimos haciendo bien las cosas, pero hay que redoblar esfuerzos”, agregó.
La postura de la Ciudad
A medida que avanza la pandemia y se incrementan los casos en la Ciudad, el Gobierno porteño ve cada vez más real la posibilidad de retroceder hacia una fase con mayores restricciones respecto al aislamiento. La situación de un posible endurecimiento de las actividades habilitadas, que quedó planteada el viernes en la conferencia de prensa que Rodríguez Larreta brindó junto a Kicillof, habrían sido confirmadas en el encuentro que ambos mantuvieron con Fernández.
Así las cosas, tras el diagnóstico que realizaron desde la residencia presidencial, desde la gestión de Rodríguez Larreta admitieron que la Ciudad podría dar marcha atrás con las flexibilizaciones del aislamiento que implementó en las últimas semanas, como la apertura de locales de indumentaria y la autorización a salidas deportivas.