Museo Nacional de Aeronáutica: piezas emblemáticas de la Fuerza Aérea a buen resguardo en el Oeste

El Museo cuenta con una exposición de alrededor de 64 aviones distribuidos en dos hangares.

El Museo Nacional de Aeronáutica se inauguró en 1962. En principio, se encontraba en las inmediaciones del Aeroparque Jorge Newbery, pero en 2001 fue mudado a la Base Aérea de Morón, donde se encuentra actualmente. Las próximas vacaciones de invierno serán un momento ideal para visitarlo y conocer más de cerca las naves con que los pioneros del aire se animaron a surcar los cielos argentinos y hacer historia.

Los inicios de la aeronáutica militar en Argentina

“En 1912 se creó la Escuela de Aviación Militar en El Palomar a través de Jorge Newbery y un grupo de entusiastas civiles, y algunos militares, que fueron los que fundamentaron su creación”, contó el suboficial mayor retirado Walter Bentancor en diálogo con El1.

“En Argentina, la actividad de vuelo comenzó en 1907 con Aarón de Anchorena. Era ‘Sportman’ y diplomático en Francia. Hizo el curso de piloto de globo y compró uno, lo trajo a Argentina, se llamaba El Pampero. También estaba Jorge Newbery, un tipo que estaba en ‘el ambiente’ y eran amigos”, recordó. Y añadió: “A Newbery También le picó la ansiedad, viajó a Francia, hizo sus primeros vuelos pero con El Pampero hicieron un vuelo el 25 de diciembre de 1907 (entre lo que actualmente sería Belgrano y Conchilla en Uruguay); ese fue el primer vuelo en Argentina con un artefacto nacional”.

La creación del Museo

“Cuando se creó el Museo, la idea era que todo lo que volara descansara acá. Pero, como la custodia es de la Fuerza Aérea, lo que prevalecen son aviones de la Fuerza Aérea", comentó Betancor. El suboficial mayor retirado aclaró: "El Ejército tiene su museo en Campo de Mayo y son medio reacios a dar aviones. Igualmente, acá hay un helicóptero de la Policía Federal y tenemos un avión de Austral de líneas aéreas”.

En el lugar, que tiene una extensión aproximada de 14 hectáreas, se encuentran en exposición aviones de combate, Mirage, de origen francés. Las aeronaves que pueden ser visitadas por el público se ubican en dos hangares y en una plataforma exterior. Además, posee cinco hectáreas de espacios verdes y otro hangar que alberga material destinado a restauraciones.

“Acá también está el avión que voló Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito; el único que queda en el mundo. ¡Es una joya!”, expresó con orgullo. “Además, contamos con aviones de construcción nacional que se han realizado en la fábrica de Córdoba”, sumó.

En el museo existe un parque de 64 aviones, aproximadamente. Algunas de las naves están en restauración. El lugar dispone de tres hangares, de los cuales dos son para exposición. Allí se pueden encontrar modelos de todo tipo, de combate, que estuvieron en la guerra de Malvinas, aviones civiles y aviones que se construyeron en la fábrica de Córdoba. “También hay una sala didáctica dedicada a los héroes de Malvinas”, indicó Bentancor.

En este espacio hay algunas salas en restauración, como por ejemplo la que está dedicada a las mujeres pioneras. “Ahora se las está trasladando a otro lugar”, comentó. En ese sentido, manifestó que el museo cuenta con un presupuesto “muy acotado”. “Dependemos de la Fuerza Aérea; nos manejamos con lo que recaudamos y con las ventas del merchandising”, indicó. “En sus comienzos, la aviación era algo más deportivo, circense, era para el que podía comprar un aeroplano, pero también era para los locos que se querían matar”, recordó Bentancor.

En ese sentido, se puede ver cómo la tecnología fue evolucionando: “A partir de 1911, el avión se empezó a utilizar con fines militares y todo cambió. Hubo dos sucesos fundamentales: en 1911, hubo una guerra entre Italia y Turquía, y un piloto italiano tiró una granada; ese fue el primer uso militar del avión. El otro suceso importante fue un concurso entre Francia e Inglaterra para ver quién cruzaba el Canal de la Mancha. Louis Blériot lo cruzó con su avión, que él mismo había construido, y aterrizó en Gran Bretaña. Le dieron el premio, pero después los ingleses pensaron ‘se nos metió uno por el aire, ¿Cómo lo frenamos?’ y ahí nació el concepto del espacio aéreo”.

Un día en el Museo

El museo abre los viernes de 10 a 15 y los sábados y domingos de 10 a 17. "Contamos con un equipo de seis o siete soldados con un suboficial y con un jefe de turno que es un soldado antiguo. También participamos los civiles y, cuando hay eventos, se refuerza cada puesto”, contó María Eugenia Landa, integrante del área de Atención al Público y Coordinación de los guías, en diálogo con El1.

Quienes deseen visitar el lugar deben acceder a la página del museo y llenar el formulario de las reservas.