Durante la cuarentena hubo, al menos, 500 robos en las paradas de los colectivos

La cifra se desprende de un estudio realizado por una ONG y corresponde a la zona del AMBA. La Matanza también dice presente en la alarmante estadística.

“Esta es la otra pandemia, sin dudas”. La frase, por demás alarmante, corresponde a Jorge, un vecino de Virrey del Pino que, todos los días, entre las 4:30 y 5 de la mañana, atraviesa la Ruta Nacional N° 3 desde su Virrey del Pino natal hasta la Capital Federal a bordo de un colectivo. “A esa hora, se viaja siempre con el corazón en la boca y rezando que no te pase nada”, lamentó.

Si bien el comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el presidente, Alberto Fernández, impactó de forma positiva sobre la inseguridad, en tanto se vivenció una merma de los hechos delictivos a lo largo y ancho del país, en el último tiempo la cosa cambió o, mejor dicho, volvió al lugar de siempre.

Según un estudio de la ONG Defendamos Buenos Aires, en colaboración con el Estudio Miglino y Abogados, en lo que va de la cuarentena se registraron, al menos, 500 robos en las paradas de colectivos de la Capital Federal y el Conurbano. Dentro de esas cifras, claro está, se encuentra La Matanza.

“Proliferan los robos tipo piraña en el transporte público de colectivos, trenes y subtes; a partir de la presencia de bandas que irrumpen en número de cuatro o cinco en las formaciones y en los colectivos fuera del horario pico, es decir, de lunes a viernes entre las 11 y las 16 y los fines de semana, simulando hablar en tono muy alto y despreocupadamente. Al llegar a una estación de tren o de subte determinada o una parada de colectivos, uno de ellos roba un celular y se escapa mientras los otros cuatro o cinco interrumpen el paso de la víctima, asegurando el botín", denunciaron desde la ONG.

Hechos que se repiten
El robo en paradas de colectivos, ya sea mientras las víctimas esperan el ómnibus o descienden de este para ir a trabajar, continua replicándose con intensidad en el Partido. La avenida Rivadavia, en la zona de Ramos Mejía, las paradas del Metrobus de Ruta N° 3 o el denominado “callejón de los arrebatadores”, en González Catán, son algunas de las zonas calientes en lo que concierne a esta modalidad delictiva.

“Salís de tu casa y no sabes si vas a volver. Todos los días que te toca viajar es la misma sensación. Ahora que estamos entrando al invierno, que amanece más tarde y no hay mucha gente en la calle, tenes el doble de miedo”, reconoció Andrea, vecina de Gregorio de Laferrere, al tiempo que exigió: “Solo pedimos más seguridad y que nos cuiden para volver sanos y a salvo a casa”.