Vende pan casero, pero una moto le destrozó la bicicleta y ahora no puede trabajar
“Si no vendo, no le puedo dar de comer a mi familia”, lamentó Emiliano, el vendedor de pan de 38 años que fue atropellado por un motociclista haciendo "willy".
La situación social y económica que atraviesa el país llevó a Emiliano, vecino de Virrey del Pino, partido de La Matanza, a quedarse sin trabajo el 1 de mayo. Con el objetivo de enfrentar esta crisis y alimentar a su familia, el vecino de 38 años decidió comenzar su propio negocio vendiendo rosquitas y pan casero en bicicleta.
Sin embargo, la idea que, en un principio, fue prometedora, el domingo 26 de mayo se vio fuertemente perjudicada. Mientras Emiliano iba recorriendo las calles de la localidad ofreciendo sus productos, una moto lo atropelló y su conductor lo dejó tirado y herido, y destrozó por completo su bicicleta.
“El Parque Industrial, los domingos, es un desastre. Está lleno de motos, pibes que hacen boludeces con las motos, por decirlo en criollo. Yo venía lo más tranquilo y, cuando estoy llegando abajo del puente, veo a uno de los muchachos que viene haciendo willy... Cuando bajó, la moto impactó directamente sobre mí”, relató el vendedor ambulante a El1.
“Di como dos o tres vueltas en el aire y caí de cabeza al piso. Tuve un fuerte golpe en la rodilla, porque me tuvieron que dar puntos y, hasta el día de hoy, la tengo inflamada”, continuó. Ante el golpe que podría haber sido mortal, la respuesta del motociclista fue insólita: “Y bueno, pa, vos venías mal”, manifestó.
Al recordar todo lo que había vivido, Emiliano reflexionó: “Si yo hubiera venido un poco más fuerte, me habría matado, no estaría ahora hablando”. Tristemente, el mal momento continuó: quienes se encontraban a su alrededor escaparon y, al llamar a los servicios de emergencia, nadie apareció. Luego, cuando pudo divisar un patrullero a lo lejos, lo llevaron hasta un centro de salud y lo dejaron “tirado”, con una bicicleta inservible y toda la mercadería perdida.
¿Cómo continúa la historia del vendedor de pan?
“Tuve que hacer magia para que me fueran a buscar porque no tenía plata para volverme, ni bici”, señaló Emiliano. Sin embargo, el panorama actual es un poco más esperanzador: un vecino que se enteró de lo que pasó se ofreció para arreglar sin cargo la bicicleta. Aunque aun le cuesta caminar, Emiliano espera poder salir a la calle para vender. Mientras tanto, publica sus productos a través de las redes sociales, esperando que alguien le haga algún pedido.
“Es muy caradura agarrar una bici nueva teniendo la mía, si me la pueden arreglar. No estoy pidiendo donaciones, pero la verdad es que todo es bienvenido; mercadería para poder elaborar los productos, harina, todo lo que sea para elaboración, viene bien”, compartió. Y finalizó: “Yo vivo el día a día. A veces vendo diez panes, otros días vendo dos. Si no trabajo, es un día menos de ganancia. Si no vendo, no le puedo dar de comer a mi familia”.
Para ayudarlo, es posible comunicarse con él a través del 11-5874-9641 (Emiliano).
Créditos por la información: Revista Cuenta Kilómetros