Norita Cortiñas, una lucha por todas las causas
Ahora de 94 años, la militante y activista sembró la lucha en cada uno de los reclamos por los derechos humanos.
Se dice que Nora Morales de Cortiñas estaba presente en todas las causas. Desde la desaparición de su hijo, Gustavo Cortiñas, el 15 de abril de 1977 en Castelar, su vida, antes proyectada, se convirtió, más bien, en una búsqueda. Una búsqueda por la memoria, la verdad y la justicia de todos aquellos que no podían, por distintos motivos, apropiarse del derecho básico humano. Incluida ella.
A la edad de 94 años, Norita vivió todo. Tanto, que podría ser más de una vida. Se recibió como psicóloga social y era una activista militante y defensora de los derechos humanos en Argentina. Su labor como cofundadora de Madres de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora la llevó a participar en películas, documentales y recibir decenas de premios, honores y dedicatorias.
Entre todos ellos, fue declarada cuatro veces doctora en honoris causa por la Universidad de Salta en 2004, la Universidad Libre de Bruselas en Bélgica en 2009, la UBA en 2012 y la Universidad de Entre Ríos en 2019. Un teatro fue inaugurado con su nombre, al igual que el club de fútbol argentino Norita Fútbol Club, nacido en 2017 y constituido de manera oficial en 2022 con la firma del estatuto a su nombre, convirtiéndose en presidenta honoraria.
Más que un simple reconocimiento
Estos títulos reflejan, en menor medida, todos sus logros. Su triunfo residió, reside y siempre residirá en lo social. Su lucha incansable por los derechos humanos no se ató, únicamente, al reclamo por la verdad y la justicia de aquellos desaparecidos en la última dictadura argentina, aún presentes en la memoria colectiva.
Con motivos, Cortiñas se declaraba “una revolucionaria”. Participó de manera activa en la lucha por los derechos de las mujeres, haciéndose presente en manifiestos como el aborto legal en 2018. También peleó por los derechos de los colectivos LGBTIQ+, sobre todo, del colectivo travesti/trans, y reclamó por todos aquellos que pedían ser escuchados.
Sus incontables viajes por congresos y charlas hacia Italia, Haití, Chile, Nueva York, Francia, Moscú, Cuba, India y Venezuela, entre muchos otros, solo lograron acentuar su visión sobre la marcada diferencia entre el dolor del mundo y el lujo.
Gustavo brindaba ayuda a la comunidad de la Villa 31. Esto lo recordaba Norita cada vez que pedía apoyo para la miseria, pero era alojada en hoteles llenos de comodidades. “Me hacía muy mal. No sé si a él le hubiera gustado”, reflexionó sobre su hijo en el documental sobre su vida, Norita, Norita Cortiñas.
Norita Cortiñas y su estrecho vínculo con La Matanza
La referente de Madres tuvo un fuerte paso por La Matanza. Siendo vecina de Castelar, Norita se abrazó con causas propias de organizaciones matanceras que hoy continúan los pedidos de justicia y derechos humanos. El SUTEBA y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) locales fueron algunas organizaciones que gozaron de la buena voluntad de la Madre de 94 años, hija de inmigrantes españoles, catalanes, y nacida el 22 de marzo de 1930 en Buenos Aires.
Incontables reconocimientos a su nombre pasaron por el Distrito, incluida la inauguración de un mural por los 30.000 desaparecidos realizada en la Unidad Penal N° 43 de González Catán, en la que Norita se hizo presente. “Muchas Madres fueron a conversar con aquellos que estaban presos por causas sociales y merecían nuestra atención y respeto. No importaron las diferencias sociales y políticas”, reconoció durante el evento.
“Cuando era niña soñaba con princesas, soñaba con llevar a mis hijos a la calesita. No era una revolucionaria como ahora. Mi nombre es Nora Morales de Cortiñas, pero todos me conocen como Norita”, revive la referente en su documental, casi como una descripción reducida de su paso por este plano.