Cruzada solidaria “Sol de Mayo”: preparan un nuevo viaje a El Impenetrable chaqueño
Impulsada por Manuel Coronel, vecino de Rafael Castillo, busca llevar donaciones a familias de pueblos originarios. En cada travesía de Sol de Mayo, tratan de llegar a nuevas comunidades.
Desde hace 14 años, Manuel Coronel, vecino de Rafael Castillo, mantiene un fiel compromiso con las familias de El Impenetrable chaqueño. Al conocer la difícil situación que viven los pueblos originarios, recordó su infancia de carencias en Sol de Mayo, un pequeño pueblo de Santiago del Estero. Sin dudarlo, inició una cruzada solidaria que, año a año, recorre nuevos rincones de Chaco.
En pocas semanas, tendrá inicio la decimocuarta campaña solidaria, que no tendrá la presencia de Manuel. En comunicación con El1, Sonia Coronel, sobrina del vecino matancero, confirmó que su tío atraviesa problemas de salud y no podrá participar de la cruzada. Sin embargo, su familia toma la posta y continúa con la travesía.
“La idea siempre es adentrarnos en el monte del Impenetrable, donde existen distintos parajes, hasta llegar a las comunidades originarias. El año pasado logramos llegar a cuatro comunidades”, destacó Coronel.
Al igual que en las cruzadas solidarias anteriores, se asiste a las familias con donaciones de alimentos no perecederos. “Llevamos fideos, arroz, harina, azúcar, yerba y aceite. Para que les pueda alcanzar a todos necesitamos, de unas 200 cajas de alimentos”, indicó. Para alcanzar este objetivo, la familia Coronel recurre a la solidaridad de la comunidad matancera que, año a año, responde y permite que “Sol de Mayo” pueda mantenerse en el tiempo.
“Estamos juntando las donaciones en Rafael Castillo, en Ipiranga 2.265, entre Norquin y Pedro Ferré”, informó Coronel. El nuevo viaje comenzará los primeros días de junio.
El origen de “Sol de Mayo”
Manuel Coronel conoció las necesidades de los pueblos originarios de El Impenetrable chaqueño gracias a un informe televisivo: aquella noche no pudo dormir pensando de qué manera podría ayudar a quienes más lo necesitaban. También le recordó su infancia en Sol de Mayo, un pequeño pueblo de la provincia de Santiago del Estero, donde pasó su infancia con carencias.
Al haber vivido personalmente la falta de elementos básicos, no lo dudó. Manuel comenzó a juntar ropas y alimentos no perecederos con un objetivo en mente: ayudar a aquellas comunidades. Dos meses después, se adentró en El Impenetrable con dos camionetas cargadas de donaciones. A 14 años, el legado continúa de la mano de su familia.