Dengue: “El brote que estamos teniendo es histórico”, alertó una funcionaria provincial
Teresa Varela, directora de Vigilancia Epidemiológica y Control de Brotes del Ministerio de Salud bonaerense también marcó la falta de una campaña nacional contra la enfermedad.
El brote de dengue en el país está alcanzando niveles históricos, y en ese contexto la provincia de Buenos Aires es uno de los distritos más afectados. En comunicación con Radio Universidad, Teresa Varela, directora de Vigilancia Epidemiológica y Control de Brotes del Ministerio de Salud bonaerense, analizó la situación y expresó su preocupación por la falta de una campaña nacional.
“El brote de dengue que estamos teniendo es histórico, en la provincia de Buenos Aires y en el país. Este número de casos de dengue grave y también de fallecidos guarda una relación con el número de casos que se está viendo. Muchas veces, en el mapa de brotes de dengue de esa magnitud lo que suceden es que los servicios de guardia, de consultorio se saturan, porque hay muchos casos en forma simultánea. Todos los casos necesitan una atención porque (los pacientes) están doloridos, febriles”, comenzó, en conversación con el programa Buscale la vuelta.
"El desafío de todo el personal de salud es identificar a las personas que tienen los signos de alarma que señalan que la persona tiene riesgo de enfermar en forma más grave, y necesita una internación o un seguimiento más estricto. Ese es el escenario en el que nos encontramos ahora, así que estamos en capacitaciones, entrenamiento, seguimiento, todos monitoreados en los servicios de guardia”, detalló.
Cuadros graves e hidratación
La funcionaria detalló que hay posibilidad de desarrollar un cuadro grave si se tuvo dengue antes, si se tiene una enfermedad de base como una afección cardíaca, renal o diabetes, si la persona contagiada está gestando o se está inmunocomprometido. También señaló que los menores de un año y los mayores de 65 están entre los que tienen más chances de enfermar gravemente.
“También puede pasar que no estén dentro de estos grupos, pero durante la fase de la enfermedad no recibieron hidratación. En el dengue es muy importante que mientras estemos cursando la enfermedad tomemos abundante líquido", alertó y puntualizó: "Para una persona adulta, eso significa tomar dos litros de agua por día o más. Es necesario mantenernos permanentemente hidratados, porque lo que tiene el dengue es que te produce mucha postración"
En ese sentido, la funcionaria detalló: "Las personas en esa situación pierden el apetito. Pero es importante que a pesar de ese estado se mantengan bien hidratados, tomando líquidos durante toda la enfermedad. Cuando eso no pasa, se da lugar a la aparición de signos de alarma, como dolor abdominal intenso, que no cede”.
“La presión muy baja también es un signo de alarma. Hay vómitos persistentes. Es una enfermedad que necesita que estemos muy hidratados, y si estamos con vómitos, no podemos hidratarnos adecuadamente y eso acrecienta el riesgo de dengue grave. Son signos que es necesario tener presentes para ir inmediatamente a la consulta”, amplió.
Falta una campaña nacional
Asimismo, Varela se mostró preocupada por la falta de una campaña nacional contra el dengue: “Para nosotros es muy importante que, en este momento las personas sepan bien cuál es el riesgo que hay, dónde está circulando el dengue, cuales son los síntomas a los que tienen que estar atentos y atentas para poder consultar al sistema de salud”.
“Algunos cuidados esenciales son beber mucho líquido, bajar la fiebre con paracetamol, sin abusar de él porque también la persona se puede intoxicar. Es una enfermedad que lamentablemente solo pasa con líquido y haciendo reposo. No hay solución mágica, hay que esperar que la enfermedad evolucione", precisó la especialista.
Además, señaló que si la población no está en conocimiento de todos estos detalles, puede tomar conductas inadecuadas. "Necesitamos una fuerte campaña de comunicación para que las personas puedan cuidarse, puedan cuidar a sus familiares si lo necesitan y obviamente el servicio de salud pueda recibirlos con todas las condiciones adecuadamente, con todas las pautas de alarma”, amplió.
Esa necesaria campaña, además, debe complementarse con el trabajo en el territorio, y en cada hogar. “El dengue es una enfermedad que necesita de manejo permanente. No puede trabajarse, por ejemplo, solo en invierno y esperar al verano a que nos vaya bien", sentenció.
El trabajo de "todos los meses" incluye el descacharrado, para eliminar los criaderos de mosquitos que se generan en los residuos y en los envases que están a cielo abierto. "Con la lluvia permanente, si no hay un buen drenaje de todas las aguas en las canaletas, las distintas rejillas también son un sitio de criadero de mosquitos, así que necesitan trabajo ambiental permanente”, puntualizó.
La vacuna, ¿una solución?
Consultada por la vacuna contra el dengue, la cual no está incorporada al calendario de vacunación y no es gratuita, Varela explicó: “Lo de la vacuna no es menor. La vacuna también es una tecnología muy prometedora. Esta enfermedad es de tan difícil control, que no está mal pensar en una estrategia de vacunación como otra medida más para contribuir a controlar la enfermedad".
"Para incorporar a esta vacuna al calendario hay que hacerlo con tiempo. No se puede incorporar ya, cuando la gente la necesita. Esta es una vacuna que necesita dos dosis, que no se puede utilizar en un brote, porque estas dos dosis se aplican con tres meses de intervalo. Después de los tres meses tenemos la inmunidad", precisó.
De modo que "las personas que iniciaron la vacunación ahora no van a tener la inmunización", explicó y planteó: "No es del todo cierto decir que por el hecho de que en este brote no nos sirva, tenemos que dejar de lado la vacuna. Tenemos que pensarla para los brotes que comenzarán en este mismo año, en octubre, y eso hay que planificarlo ahora”.
Repelentes bonaerenses
Con respecto a los repelentes fabricados por el gobierno bonaerense, la funcionaria detalló: “La Provincia produce repelentes en el Instituto Biológico Tomás Perón. Lo produce hace bastantes años. Es una baja escala de producción, y tiene un fin estrictamente sanitario: es para el personal de salud que está atendiendo los casos, que está trabajando en territorio, y es para las personas febriles que asisten al sistema de salud o que viven en barrios muy vulnerables".
"Tiene un fin estrictamente sanitario, no hay una producción a escala como para ponerlo a disposición comercialmente. Es un proyecto de la Provincia tener producción pública de medicamentos para, entre otras cosas, poner en el mercado un repelente a un costo accesible. Pero, por lo pronto, el repelente que se produce tiene un destino estrictamente sanitario y se entrega sin costo”, concluyó.