Tras monitorear la situación social con intendentes bonaerenses, el Presidente prohibió los despidos por 60 días
La medida rige desde este miércoles, incluye a las suspensiones y establece que las cesantías que se produzcan no serán reconocidas. El Gobierno trabaja, además, en la puesta en marcha de un paquete de ayuda de 380.000 millones de pesos para que las empresas paguen salarios y accedan a créditos.
El Presidente, Alberto Fernández, decretó, a última hora del martes, la prohibición, durante 60 días, de despidos y suspensiones “sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor”. Junto con esta medida, que había sido adelantada a 30 intendentes bonaerenses durante una extensa videoconferencia que el jefe de Estado mantuvo desde la quinta de Olivos, el Gobierno nacional trabaja en un paquete de ayuda calculado en “más de 380.000 millones de pesos” para asistir a las PyMEs y empresas afectadas por la cuarentena obligatoria vigente desde el 20 de marzo para contener la transmisión de coronavirus en el país.
En los argumentos del decreto que suspende los despidos, y que en el mismo marco ratificó la extensión del aislamiento obligatorio hasta el 12 de abril inclusive, el Gobierno nacional arguyó que “resulta indispensable garantizar la conservación de los puestos de trabajo por un plazo razonable, en aras de preservar la paz social”. “Ello solo será posible si se transita la emergencia con un diálogo social en todos los niveles y no con medidas unilaterales”, plantea el texto, en sintonía con las últimas expresiones de Fernández, quien había criticado duramente a los empresarios que buscan despedir empleados en este contexto.
Asimismo, la norma establece que “los despidos y las suspensiones que se dispongan en violación de lo dispuesto no producirán efecto alguno, manteniéndose vigentes las relaciones laborales existentes y sus condiciones actuales”. Es decir, que los despidos no serán reconocidos legalmente.
Paralelamente, dentro del mismo paquete de normas, el Gobierno dispuso la transferencia de 30.000 millones de pesos al Fondo de Garantías Argentino “con el objeto de otorgar garantías para facilitar el acceso a préstamos para capital de trabajo, por parte de las micro, pequeñas y medianas empresas” que estén inscriptas en el Registro PyME del Ministerio de Desarrollo Productivo. La meta de este fondo específico es que el Estado se convierta en una especie de garante frente a los bancos para que las empresas puedan acceder a los préstamos y las entidades aseguren su nivel de repago. Las garantías previstas por el fondo podrán cubrir hasta el cien por ciento del préstamo.
Además de estas medidas ya oficializadas, el Presidente les confirmó a los intendentes del Conurbano bonaerense con los que dialogó el martes que, a través de otro decreto, se creará el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción para empleadores y trabajadores afectados por la emergencia sanitaria. Entre las medidas previstas, con una inversión estatal calculada en 380.000 millones de pesos, se incluye la postergación o reducción de hasta el 95 por ciento del pago de las contribuciones patronales y la compensación de entre la mitad y hasta un salario mínimo por trabajador para las empresas afectadas por el parate económico, dependiendo de su cantidad de empleados. Las unidades más chicas obtendrán los mayores beneficios.
Reunión con intendentes
El paquete de medidas ya oficializado y el de asistencia económica a las empresas fue uno de los temas que abordó el Presidente durante la videoconferencia de tres horas que mantuvo con 30 intendentes bonaerenses para monitorear la situación social en el Conurbano ante la cuarentena obligatoria. Acompañado por el Gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el presidente de la Cámara de Diputados nacional, Sergio Massa; el jefe del bloque del Frente de Todos y encargado de la relación diaria con los alcaldes bonaerenses, Máximo Kirchner, Fernández les pidió colaboración para el control territorial de precios, les prometió el envío de insumos y pidió información sobre el desarrollo de la cuarentena en la Provincia.
Entre los intendentes que se sumaron al diálogo, se encontraba el alcalde de La Matanza, Fernando Espinoza, con quien el jefe de Estado había mantenido un encuentro a solas el lunes para abordar la situación a nivel local. El distrito más grande de la Provincia concita gran atención del Gobierno nacional: además de las obras a contrarreloj que se desarrollan para dejar operativos los hospitales inconclusos de Rafael Castillo y Laferrere, el Ejército empezó a trabajar, el martes, en la distribución de comida en los barrios y, este miércoles, sumará nuevos puntos de asistencia.
“Analizamos la situación de cada distrito en relación a la emergencia y acordamos cómo llevar adelante el acatamiento de la cuarentena. Es fundamental el diálogo, unidos, sin grietas, para trabajar en nuevas medidas para auxiliar a los sectores más vulnerables, cuidando el trabajo y la producción”, dijo Espinoza tras la videoconferencia.