Nicolás Occhiato, protagonista de un camino audiovisual en ascenso

Televidente de niño y protagonista en la pantalla chica de adulto. Esa es la transformación que aconteció en la vida del presentador matancero Nicolás Occhiato, ya que, como dice su programa de TV, Todo puede pasar. Su crecimiento en los medios audiovisuales no fue azaroso, sino que es producto de su constancia, dedicación y esfuerzo que, sumados a su espontaneidad y sencillez, le permitieron ingresar a los hogares de los argentinos. Su presente artístico transcurre entre la conducción de los ciclos de entretenimientos Tenemos Wifi y Todo puede pasar, y su preparación como participante del Bailando 2020, tras haberse consagrado campeón en 2019.

"De chico veía muy lejano todo, pero, en el fondo, quería ser conductor. No me animaba ni a soñarlo por lo difícil que era el camino y llegar a cumplirlo. A veces, aunque parezca imposible, hay que darle para adelante porque las cosas pasan y, si uno les mete garra y trabajo, se terminan dando", reflexionó Occhiato y, luego, agregó: "Yo fui viviendo todo de a poco. Hay que estudiar lo que uno quiere y visualizarlo, por eso, cuando quiero algo estoy las 24 horas pensando en eso".

Si bien Nicolás ya no vive en el Distrito, mantiene un estrecho vínculo con su Villa Luzuriaga natal ya que, allí, residen sus amigos y familiares, que son su "cable a tierra constante".

Talento al aire

"Soy tímido, pero, cuando se prende la cámara, pasa algo mágico. No tengo fórmulas, trato de ser yo constantemente, el mismo que soy con mis amigos y con mi familia", reveló Occhiato, que afrontó su primera experiencia televisiva como participante del reality de desafíos deportivos Combate y a partir de ese ciclo comenzó su carrera en los medios.

Entre sus conductores de televisión referentes se encuentran Guido Kaczka y Marcelo Tinelli, con quienes compartió proyectos y adquirió nuevas herramientas. "Vivo la conducción como si fuera un arte, es algo que me apasiona y para lo que me preparo mucho. La mayoría de mis formatos son de entretenimiento y trato de que sean para todos, sin dejar afuera ni al nene ni a la abuela. Creo mucho en generar momentos", expresó.

Diversión asegurada

De lunes a viernes, a las 20, Nicolás invita a los espectadores a vivir una hora a pura alegría por KZO a través de la nueva temporada de Tenemos Wifi. En el transcurso de cada emisión hay entrevistas, juegos y momentos humorísticos. "Es un programa muy lindo en el que se armó el semillero, por así decirlo, ya que hay muchos chicos que arrancaron ahí haciendo humor o participando. Siempre priorizo la buena energía, tanto delante como detrás de cámara", destacó.

Además, Occhiato convoca al público los domingos, a las 23, ya que está al frente de Todo puede pasar, el ciclo de El Nueve que busca al mejor bailarín o bailarina amateur del país. "Se armó un ciclo sano y familiar. Estamos muy contentos con el programa en sí y por lo bien que le fue durante el verano", agradeció.

Revelación en la pista

Occhiato y la bailarina Florencia Jazmín Peña se consagraron como campeones del Súper Bailando 2019. Aunque Nicolás no tenía experiencia en danza, ensayó con intensidad cada ritmo junto a su partenaire y coach, y pudo sortear cada instancia con éxito. Sus avances fueron elogiados por el jurado y, a su vez, su carisma y espontaneidad fueron valorados por el público.

"Nunca tuve soltura (risas). No bailé en mi vida. Trato de divertirme y que vaya fluyendo, que fue lo que pasó", explicó y, sobre su retorno a la nueva edición del certamen, adelantó: "Voy a buscar pasarla bien".

El camino del campeón

- Debut tropical. La cumbia fue su primera gala en la pista. 

 - Reto superado. El Cha Cha Pop fue el ritmo más difícil.  

- Emoción colectiva. Nicolás homenajeó a sus raíces familiares en la gala "Homenajes", donde también participaron sus abuelos. 

 - Victoria. Occhiato ganó el certamen con el 50,08 por ciento de los votos del público.