“Congelados” en Gran Hermano: el conmovedor encuentro de Nicolás Grosman con su mamá

El participante ramense se reencontró con su madre, Antonella, luego de dos meses de aislamiento.

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El pasado martes, la emoción, la incertidumbre y el desafío de quedar inmóvil estuvieron a flor de piel en la casa de Gran Hermano (Telefé): tres participantes recibieron visitas inesperadas en el marco del reto “Congelados”. En esta oportunidad, Nicolás Grosman, de Ramos Mejía, tuvo la oportunidad de ver a su madre luego de dos meses de aislamiento.

El juego se vuelve cada vez más interesante, se concretan nuevas alianzas y las ansias por continuar participando se van incrementando con el paso del tiempo. Así, para probar a los concursantes, Gran Hermano inició un reto extremadamente emocional en el que ellos deben quedar inmóviles por unos minutos, mientras que alguno de los familiares ingresa al espacio.

Si se mueven o intercambian información pueden ser sancionados ya sea colocándolos en placa o con la expulsión. De esta manera, el martes, sonó la chicharra dentro de la casa y todos quedaron “petrificados”. Con la respiración agitada, ninguno sabía lo que iba a pasar o quién iba a entrar hasta que apareció Antonella, la madre de Nicolás.

El joven permaneció constantemente inmóvil mientras que su mamá le brindaba palabras de aliento y amor a modo de motor para continuar dentro del juego. Era tan grande el deseo de abrazarla que comenzó a temblar y se contuvo. “No te muevas, no te muevas. Te amo, respirá, divertite y disfrutá mucho”, fueron las primeras palabras que ella le expresó.

Luego de recorrer los diferentes ambientes, Antonella volvió a colocarse frente a su hijo para darle aliento, tranquilizarlo y se fundió en un tierno abrazo. Sin darse cuenta, los micrófonos comenzaron a transmitir los latidos acelerados de Nicolás, así, la emoción invadió la casa y al público.

Los sentimientos de una madre

En comunicación con El1, la mamá del participante contó: “La producción de Telefé es espectacular. Siempre nos sentimos muy contenidos y atendidos. Antes de ingresar nos dijeron lo que podíamos hacer y lo que estaba prohibido, por ejemplo, dar información del exterior. Podíamos abrazarlos, hablarles, tocarlos, en mi caso tenía cuidado con lo que decía porque no quería desestabilizarlo”.

Antonella relató que trató de controlar sus impulsos, emociones y que hizo lo que sintió. “Me guie por mi corazón, fue muy fuerte verlo después de tanto tiempo y una experiencia mágica. Cuando me fui, él gritó... entonces... se desplomó. Fue muy emotivo”, resaltó.

La incondicional

La madre de Nicolás aseguró que cuando finalice esta temporada de Gran hermano, será un antes y un después para el concursante y que le cambiará la vida para siempre. “Es muy inteligente y creo que tomará el camino correcto. Le deseo lo mejor, tiene un mundo por delante y nosotros, como familia, lo vamos a apoyar en todas sus decisiones futuras”, cerró.