15 años sin Luciano Arruga: su familia todavía busca justicia ante retrasos y silencios del Estado

El joven estuvo desaparecido durante seis años y su cuerpo fue hallado en 2014, enterrado como NN en un cementerio. Sus familiares denunciaron que fue atropellado mientras era perseguido por policías en Lomas del Mirador. Un caso emblemático de violencia institucional.

Este miércoles su cumplen 15 años de un caso emblemático de violencia institucional en La Matanza y en el país. Luciano Arruga fue visto por sus familiares por última vez el 31 de enero de 2009, cuando salió de su casa en el Barrio 12 de Octubre, en la localidad matancera de Lomas del Mirador, supuestamente para ir a un cyber de la zona. Desde entonces, la madre y la hermana de Arruga recorrieron hospitales, morgues y comisarías buscando al adolescente, aunque sin éxito. El fin de semana, familiares y amigos se movilizaron, como todos los años, para recordarlo.

Cinco años más tarde, tras una denuncia del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), se logró la exhumación de un cuerpo enterrado como NN en el Cementerio de la Chacarita, y se confirmó que se trataba de Luciano.

Investigaciones posteriores determinaron que Arruga murió la misma madrugada del último día de enero de 2009, cuando cruzó corriendo la avenida General Paz, a la altura de Mosconi, y fue atropellado por un auto.

Como consecuencia del accidente fue trasladado al hospital Santojanni donde falleció y, dado que no tenía identificación y, supuestamente, nadie reclamaba su cuerpo, fue derivado a la morgue como NN.

Sin embargo, los familiares del adolescente aseguraron haber concurrido a ese centro de salud en su búsqueda y denunciaron que el joven fue atropellado mientras era perseguido por policías de Lomas del Mirador, que ya lo habían detenido varias veces.

Causas judiciales y “oídos sordos”

El 15 mayo de 2015, el policía Julio Torales fue condenado a diez años de prisión por torturar a Arruga antes de su desaparición, en un fallo unánime del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de La Matanza, que lo consideró coautor del delito de "torturas".

Así, para los jueces Diana Volpicina, Gustavo Navarrine y Liliana Logroño quedó acreditado que el 22 de septiembre de 2008, entre las 11 y las 19, Arruga estuvo alojado en el sector de la cocina del destacamento de Lomas del Mirador, tras haber sido detenido como sospechoso de un robo y allí fue torturado a golpes "con un elemento duro o romo" por Torales, mientras otro policía lo sostenía.

Sin embargo, la causa por su desaparición forzada seguida de muerte se tramita en un expediente aparte y no tuvo avances de consideración en los últimos años.

En este sentido, Rodrigo Ferreira, integrante del Colectivo de Familiares y Amigos de Luciano Arruga explicó a El1: “El Estado investigó lo que sucedió antes con Luciano, es decir, las torturas que sufrió meses antes de su asesinato. Eso está probado por la Justicia y hay un detenido, que muy pronto recuperará su libertad, porque fue condenado a diez años. Pero su posterior asesinato y desaparición, el Estado lo investigó como algo aparte. O sea que, para el Estado, no hay vinculación al respecto, y en cuanto a esa causa de la desaparición, no hay avances”.

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“Nosotros ya hemos pedido un jury de enjuiciamiento para las primeras fiscales que actuaron en la causa, Roxana Castelli y Celia Cejas Martín, así como para el juez Gustavo Banco, debido a lo mal que procedieron durante la investigación. Pero, hasta ahora, no hemos tenido respuesta alguna. El expediente está cajoneado en la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires”, señaló.

Memoria y reclamo

El sábado, familiares, amigos, vecinos y representantes de organizaciones anti represivas volvieron a marchar en las calles de Lomas del Mirador para pedir justicia por el joven.

“Llevamos 15 años de organización y de lucha, intentando llegar a la verdad y a la justicia. Por más que esté bien el encuentro, por más que siempre en nuestros corazones la resistencia sea nuestro motor de lucha, no corresponde que tengamos que poner tanto esfuerzo físico, psíquico y emocional, para poder lograr la condena a todos los responsables", planteó allí Vanesa Orieta, hermana de Arruga.

"No solamente a los responsables materiales, a esos policías que tenemos con nombre y apellido, sino también a muchos otros que no sabemos con nombre y apellido pero que participaron también y que pudieron ser invisibilizados de la causa producto de la impunidad de la Justicia provincial”, cerró.