Sol y altas temperaturas: ¿cómo disfrutar del verano sin riesgos de un golpe de calor?

Desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires destacaron la importancia de mantener una hidratación constante durante todo el día y brindaron recomendaciones para evitar esta forma grave de lesión provocada por el calor.

Con el comienzo del verano y las temperaturas elevadas, desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires indicaron que la hidratación constante durante todo el día, la vestimenta adecuada y la protección del sol, específicamente desde el mediodía y hasta las primeras horas de la tarde, cuando el sol se encuentra en su punto más alto, constituyen factores claves para evitar golpes de calor.

“El organismo pierde agua a través de la transpiración, la orina y la respiración, por lo que es importante reponerla consumiendo abundante líquido, incluso cuando aún no se siente sed”, aseguró la licenciada en Nutrición Marcela Guerrero, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.

Síntomas y recomendaciones

Los principales signos de alerta de un golpe de calor son sed intensa y sequedad en la boca; temperatura mayor a 39 grados; sudoración excesiva; sensación de calor sofocante; piel seca; agotamiento; mareos o desmayo; dolores de cabeza y/o estómago; falta de apetito; náuseas o vómitos.

Para evitar esta forma grave de lesión por calor, desde el Colegio de Nutricionistas bonaerense recomiendan:

  • Mantener una hidratación regular (incluso si no se siente sed).
  • Consumir agua segura.
  • Evitar bebidas con cafeína (que aumentan la pérdida de agua por orina debido a su efecto diurético).
  • Evitar bebidas con azúcar en exceso o muy frías o calientes.
  • Incorporar frutas y verduras a la alimentación y evitar comidas abundantes.
  • Evitar realizar actividad física intensa o practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas, es decir, después del mediodía.

Asimismo, expertos recomiendan beber al menos dos litros de agua al día; sin embargo, esta cantidad puede variar según la actividad física que se realice, el clima y la edad. En el caso de los adultos mayores, las embarazadas y los niños pequeños, es importante insistir en la importancia de la ingesta adecuada de agua ya que pueden sufrir golpes de calor incluso sin signos evidentes.

Alimentación en verano

Junto con las medidas de prevención, una alimentación saludable es necesaria para poder afrontar las altas temperaturas del verano. En este contexto, Graciela Areces, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y profesora de Educación Física, destacó la importancia de combinar frutas y verduras con una actividad física adecuada.

“Con el inicio del verano y las comidas de fin de año está bueno hacer un detox en nuestra alimentación. La manera correcta de hacerlo es consumiendo muchas frutas y verduras que tengan un alto contenido de agua, como el melón, la sandía, el tomate, la lechuga y la rúcula, y la incorporación de pescados para evitar la grasa de las carnes rojas”, señaló.

Además, desaconsejó los ayunos y enfatizó la hidratación constante. “Por cada vaso de gaseosa hay que tomar un vaso de agua para mantener una buena hidratación y siempre estar en movimiento, porque estar sentado no ayuda en nada. Siempre recomiendo una vida activa, movernos en bicicleta, aprovechar las escaleras, caminar y hacer alguna actividad física. Especialmente en estos días de verano, hay que buscar horarios que no sean tan calurosos”, aclaró.